«Abracadabra, pata de cabra, te conviertes en líder del Mundial de Fórmula Uno después de ganar el Gran Premio de Europa tras salir desde la undécima posición». Nadie sabrá a ciencia cierta si algún brujo o bruja le dedicó estas palabras a otro mago, Fernando magic Alonso, minutos antes de dar comienzo a la prueba urbana de Valencia. Lo que sí es cierto es que el asturiano de Ferrari cuajó, seguramente, la mejor carrera de su vida.

El piloto de la escudería italiana remontó desde la undécima posición, adelantó a tantos pilotos se le pusieron delante en pista, aprovechó algún que otro error de sus rivales en boxes y la suerte le acompañó en el definitivo momento de la carrera con el abandono de Sebastian Vettel (Red Bull) cuando el germano lideraba el GP y con el accidente de Lewis Hamilton (McLaren) con Pastor Maldonado (Williams) cuando el inglés parecía acercarse a Alonso.

En definitiva, los astros se alinearon para que Fernando Alonso ganara su segunda carrera de la temporada -es el único piloto en repetir triunfo este año-, la 29 de su trayectoria profesional y la octava con Ferrari.

Una salida muy limpia

La pole lograda por Vettel el sábado hacía pensar que el germano se podría llevar su tercer triunfo consecutivo en Valencia. Y así parecía ser, porque el dos veces campeón del mundo se escapó nada más apagarse los semáforos. La salida fue muy limpia, pero Hamilton, que era segundo, comenzó a hacer un verdadero tapón a los monoplazas que venían por detrás.

Entre ellos, el que mejor ritmo llevaba era un Romain Grosjean (Lotus) al que se le está viendo muy competitivo en lo que llevamos de Mundial, aunque ayer tuvo que abandonar a falta de 15 vueltas para el final.

No fue hasta el giro 11 cuando el francés lo sobrepasó. Algo tarde, porque Vettel había logrado unos segundos de ventaja tras marcar varias vueltas rápidas.

Por detrás, por su parte, una bala de color rojo comenzaba a dar que hablar. El Ferrari de Alonso había superado a varios pilotos en la salida, y ahora era séptimo tras adelantar a Nico Hulkenberg (Force India).

Por delante, Kimi Raikkonen (Lotus) protagonizaba una impresionante pasada a Maldonado para colocarse quinto. Y un giro después Hamilton entró en boxes para realizar su primer cambio de neumáticos. El inglés salió en el puesto número 12.

En pista, Alonso superaba a Maldonado y ya era quinto. No sería la única posición que ganaría, ya que en la vuelta 16, momento en el que el asturiano hizo su parada, el piloto de Ferrari ganó otras dos posiciones. El buen ritmo en pista se vio aún más beneficiado por la buena labor de sus mecánicos, lo que le ayudó a superar a Raikkonen y Kobayashi (Sauber).

La entrada de Vettel y Grosjean no alteró el orden. Por su parte, entre la 17 y la 22, Alonso superó a Mark Webber (Red Bull), Bruno Senna (Williams), Michael Schumacher (Mercedes) y Paul di Resta (Force India).

Entrada del coche de seguridad

En ese momento, el orden de carrera era el siguiente: Vettel, Grosjean, Hamilton y Alonso. Los segundos que separaban al germano del asturiano eran una eternidad, pero, por desgracia para el de Red Bull, el safety car tuvo que entrar en pista en la vuelta 29 a causa de un accidente entre Kovalainen (Caterham) y Jean-Eric Vergne (Toro Rosso).

Todos los pilotos aprovecharon el momento para realizar un nuevo cambio de gomas antes de que en el giro 33 se relanzara la carrera. Alonso fue el más agresivo y ya en la primera curva adelantó al galo Grosjean. Hamilton hacía lo mismo más atrás con Raikkonen.

Entonces, como por arte de magia, el coche del alemán dijo basta, obligándole a abandonar. Alonso pasó a liderar la prueba. Todo podía pasar aún, pero solo a favor del asturiano. Y es que, Raikkonen, que llevaba un mejor ritmo en el tramo final, no pudo adelantar a Hamilton hasta a falta de dos vueltas. Además, el inglés claudicó a causa de un toque con Maldonado.

Todo ello ayudó a Alonso, pero también a Schumacher, que se subió al podio como tercer clasificado, por detrás de Iceman. ¿Será la suerte de los campeones o cosa de brujería?