Un año después, las lágrimas se tornaron en risas. Tras doce meses en el infierno de Tercera, el Barakaldo consumó ayer su regreso a Segunda B, sumándose a la ola de ascensos, que incluyó el pleno navarro con Tudelano, Izarra y Peña Sport. En la última eliminatoria, solo el Laudio vio frustrado su sueño, al volver a caer ante el San Fernando (0-1).

Tampoco lo tenían fácil Barakaldo e Izarra, después de que ambos hubieran saldado los encuentros de ida con sendos empates a cero. Los navarros repitieron resultado en su visita al Tenisca, pero se dieron el alegrón en la tanda de penaltis (2-4). No tuvo que esperar tanto el cuadro fabril, aunque también le tocó sufrir después de que se adelantara su rival.

Una ventaja que bien podía haber caído del lado gualdinegro, claramente superior en el primer tiempo. Con el termómetro alcanzando los 35 grados y medio centenar de incondicionales en la grada, el Barakaldo se hizo con la posesión desde el inicio. Inquietó, y mucho, la portería de Javi Soto a balón parado, aunque tampoco se libró de los sustos.

Se cumplía el cuarto de hora cuando Álex Díaz ponía en apuros a Txemi, con un lanzamiento lejano. A la media hora era José Manuel quien, en jugada por la banda derecha, obligaba al arquero gualdinegro a enviar el esférico a córner. Solo dos minutos después llegaba la mejor ocasión de los de Zurimendi en este primer tiempo. Era Mentxaka el que enviaba el balón al larguero, sorteando la estirada de Javi Soto, que ni siquiera llegó a tocar el cuero. Con todo, el marcador se mantenía inamovible en el descanso.

Fue en la reanudación cuando llegaron los tantos. El Águilas tocaba ahora mejor y llegaba por bandas. La recompensa la firmó Perico, al regatear a varios rivales en la frontal y anotar de disparo raso. Por fortuna, la alegría en las filas murcianas duró tanto como en la casa del pobre. Apenas cinco minutos. Los que necesitó el Barakaldo para botar una falta lateral por medio de Andoitz que, tras tocar lo justo Ariño, se saldaba con un mal despeje de los defensores rivales para que el balón acabase entrando en la portería.

Conscientes de lo que tenían en las manos, los vizcainos supieron acomodarse en el terreno de juego, impidiendo que su anfitrión creara el más mínimo peligro en el área. Solo en la recta final, en una falta desde la línea de medios, el aguileño José Meca tocaba lo justo, pero Txemi respondía con un paradón con sabor a ascenso.

La tarde de ascensos se completó con el triunfo del Tudelano en Cartagena (0-1) y la derrota de la Peña Sport ante el Racing (0-1), frente al que hizo valer la victoria de la ida.