El BPI reclama a la UE que instaure «un sistema bancario paneuropeo»
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) admite que «preocupa la crisis que hostiga a la zona euro por sus posibles repercusiones a nivel mundial». Para reconducir la situación exige la instauración de «un mercado financiero paneuropeo y un banco central paneuropeo», cuya misión sería centralizar «el prestamista de última instancia de los bancos unificados». Lo que el BPI denomina «los bancos de Europa deben convertirse en bancos europeos».
Juanjo BASTERRA |
El Banco de Pagos Internacionales (BIP), el banco de los bancos centrales a nivel mundial, hizo público ayer el informe anual de 2011. Está dirigido por el español Jaime Caruana, que ocupó el cargo de gobernador del Banco de España y más adelante entró en el FMI.
Del informe se desprenden numerosas conclusiones. Admite que la situación general del sector bancario se asemeja en este primer semestre de 2012 a la que siguió al colapso de Lehman Brothers, teniendo en cuenta los precios en los mercados de la renta variable y de deuda. Esta institución internacional con sede en Basilea afirma que «con esta perspectiva negativa del mercado y una crisis de confianza entre las propias instituciones financieras, numerosos bancos dependen de sobremanera de la financiación del banco central y no están en condiciones de promover el crecimiento económico».
Inyección de 1 billón
A pesar de la situación económica «difícil», el informe admite como positivo que el Banco Central Europeo (BCE) haya inyectado a las entidades financieras europeas, entre final de 2011 y el primer trimestre de 2012, con 1 billón de euros «que incrementó los balances de los bancos centrales del eurosistema en cerca de 500.000 millones». Para el BPI fue «un factor decisivo para volver a activar los mercados de financiación bancaria e indirectamente reforzar algunos mercados de deuda pública de la zona euro». Sin embargo entiende que el panorama fiscal es «desolador» porque desde 2007 «la deuda pública de las economías avanzadas ha aumentado en promedio desde aproximadamente el 75% hasta más del 100% del PIB y los déficits públicos se han disparado del 1,5% al 6,5% del PIB».
Una de las principales preocupaciones del banco de pagos se encuentra en la unión monetaria europea. «Preocupa por sus posibles repercusiones. La crisis europea puede verse como un presagio, una confluencia virulenta de problemas que podrían extenderse a otros lugares si las políticas no logran romper los círculos viciosos generados por las deficiencias de la economía mundial como los desequilibrios sectoriales, apalancamiento excesivo, sobreendeudamiento público y sobrecarga de los bancos centrales».
El BPI admite que «una solución cabal de la crisis de la zona euro» exige «fortalecer los cimientos institucionales». Recuerda que la UE integró los mercados financieros y creó una autoridad monetaria para que «el capital pudiese fluir libre y fácilmente por la zona monetaria común». Indica que «mientras las fronteras de la región han pasado a ser irrelevantes para la actividad financiera y la banca central, sigue siendo limitada la responsabilidad de las autoridades de un país frente a las actuaciones de un intermediario financiero en otro».
La institución que dirige Jaime Caruana concluye sobre el tema europeo, que es el que más preocupa en estos momentos, que «un mercado financiero paneuropeo y un banco central paneuropeo requieren un sistema bancario paneuropeo». Se explica de la siguiente manera: «una unión monetaria que centraliza el prestamista de última instancia de los bancos debe contar con un sistema bancario unificado. Los bancos de Europa deben convertirse en bancos europeos».
Añade que los últimos pasos que se han dado son prometedores, pero Caruana recordó que «los bancos centrales no pueden solucionar los problemas que otros eluden» desde que estalló la crisis, el total de activos de los cinco bancos centrales de las principales economías avanzadas ha sobrepasado los 7,2 billones de euros, más del 13% del PIB mundial, duplicando con creces su promedio anterior a la crisis de 3,2 billones.
El banco de los bancos centrales a nivel mundial admite que hay una perspectiva negativa del mercado de divisas y una «sobredependencia» de los bancos con los bancos centrales, con lo que «no están en condiciones de promover el crecimiento económico»
Desde que estalló la crisis, los activos de los cinco principales bancos centrales de las principales economías mundiales han pasado de 3 billones de euros a 7,2 billones de euros, un 13% del PIB mundial, lo que indica «una exposición excesiva» para el BPI.
El movimiento 15M de Iruñea llevará a cabo este viernes en la sede central de Caja de Ahorros de Navarra (CAN) en la calle Carlos III un proceso ciudadano abierto. Esta acción popular tiene actualidad, porque CaixaBank y Banca Cívica celebrarán este martes 26 de junio la junta general de accionistas de carácter extraordinario para aprobar la fusión por absorción con CaixaBank.
El 15M asegura que «la actual crisis económica tiene a la banca como generadora y beneficiaria de la crisis-estafa que se ha producido». Por eso, «el expolio y la ruina que han provocado lo vamos a pagar la ciudadanía con el rescate. Aquí, alcanza un nivel de impunidad increíble, tanto la banca tradicional, como las cajas ligadas a los poderes políticos locales». De hecho, en Nafarroa, «la CAN es el paradigma de la corrupción, vaso comunicante con el poder político, a través de la mala gestión. Bajo la oscura dirección de Enrique Goñi, la CAN se ha transformado en una banca especulativa y depredadora en la operación `Banca Cívica'». Así advierte de que hace 4 años estaba valorada en 1.300 millones, pero ha sido vendida a La Caixa por 150 millones. J. BASTERRA