La fiscal de la Audiencia Nacional española Ana Noé mantiene la petición de un año de cárcel contra dos jóvenes iruindarras a quienes acusa de «enaltecimiento del terrorismo» por realizar pintadas de recuerdo a Jon Anza. Los hechos ocurrieron el 16 de marzo de 2011, apenas cinco días después de que se hiciese público que el cuerpo del militante vasco se encontraba en una morgue de Toulouse, un año después de su desaparición.

Se da la paradoja de que, mientras que se ha enjuiciado a estos dos jóvenes por pintar eslóganes exigiendo saber qué ocurrió con Jon Anza, no se ha avanzado en la investigación para determinar por qué murió y cuál es la razón de que su cuerpo no apareciese hasta que transcurrió un año.

Los dos acusados, Gaizka Pérez y Gorka Milagro, aseguraron durante el juicio que su intención era denunciar «la desaparición de un ciudadano vasco» y mostrar su solidaridad con la familia. La defensa abogó por la libre absolución y defendió que hay que enmarcar las pintadas dentro de su contexto, que es la desaparición y muerte de Anza. Además, rechazó que sus defendidos quisiesen enaltecer a ETA y se preguntó por el límite de la libertad de expresión.