La plantilla de la empresa vizcaina Nervacero (Trapaga) aceptó ayer en referéndum, con 189 votos a favor y 103 en contra, la última propuesta de plan social presentada por la dirección, que contempla la salida de 46 de los 350 empleados y un descenso del salario medio del 20%.

Según el presidente del comité de empresa, José Luis Iglesias, las salidas se canalizarán a través de prejubilaciones y recolocaciones en otras empresas del grupo, entre otras medidas, con lo que «casi» no habrá despidos.

Además, se contempla la firma del convenio colectivo para el período 2013-2016, en el que, según fuentes sindicales, se condicionarán a determinadas variables -productividad y resultados de la empresa, entre otras- algunos componentes del salario que hasta ahora eran fijos. En la práctica, esta medida supondrá un descenso salarial medio de un 20%. La empresa se compromete, no obstante, a que estos componentes salariales que se ligarán a determinadas condiciones entre 2013 y 2016 volverán a ser fijos a partir de este último año.

Además, la dirección también se habría comprometido a que, al margen de las mencionadas 46 salidas, se mantendrá el empleo para el resto de la plantilla. Una vez adoptada esta decisión por la plantilla, el próximo paso será la redacción del convenio y, en su caso, su firma por la dirección y el comité de empresa.

Primeros 33 despidos en Celsa

Las negociaciones entre el comité y la empresa se han desarrollado bajo la sombra que suponía el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción presentado por la dirección de Celsa Atlantic perteneciente al mismo grupo que Nervacero. De hecho, ayer se puso en marcha el ERE de extinción que supone el cierre de las plantas que Celsa Atlantic tiene en Gasteiz y Urbina. Así, ayer se procedió a los primeros 33 despidos de un total de 352.

El presidente del comité de empresa, Asier Giraldo, dio a conocer esta medida en declaraciones a los periodistas antes de comparecer ante la comisión de Industria del Parlamento de Gasteiz, adonde acudió para dar a conocer la situación de la plantilla. Según indicó, 33 trabajadores han visto cómo se ha ingresado en sus cuentas una indemnización por despido de 20 días por año trabajado, a pesar de que de momento no han recibido la notificación oficial de su salida de la empresa. Alertó de que una vez dado este paso, pueden encontrarse problemas a la hora de tratar de que la compañía acceda a aplicar medidas alternativas al expediente.