El expresidente Carter critica la política de EEUU y sus acciones militares
El expresidente de EEUU Jimmy Carter acusó a su país de violar los derechos humanos con sus acciones militares, citando expresamente los ataques con aviones no tripulados, y de utilizar la Declaración Universal de Derechos Humanos como «una cubierta para oprimir y lesionar».
GARA |
En un artículo publicado el lunes en el diario «The New York Times», el expresidente estadounidense Jimmy Carter criticó duramente al Gobierno de su país por sus acciones militares en el extranjero, especialmente por los ataques con aviones no tripulados, conocidos como «drones», en Pakistán, Afganistán y otros países de Oriente, que «junto a las revelaciones de que altos funcionarios han sido destinados a asesinar en el extranjero, incluidos ciudadanos estadounidenses, son una prueba inquietante de hasta qué punto nuestra nación ha extendido la violación de los derechos humanos». Carter condenó la muerte de «mujeres y niños inocentes» en estos ataques aéreos, «bajo el amparo de las más altas autoridades en Washington».
Acusó también a Washington de utilizar la Declaración Universal de los Derechos Humanos como «una cubierta para oprimir y lesionar».
«Es preocupante que, en lugar de fortalecer estos principios, las políticas de nuestro Gobierno contra el terrorismo estén violando claramente por lo menos 10 de los 30 artículos de la declaración, incluyendo la prohibición de tratos crueles, inhumanos o degradantes». «Estas políticas afectan claramente la política exterior estadounidense (...) La escalada de ataques despertó a la población civil en contra de nosotros», añadió.
En opinión de Carter, «en vez de hacer un mundo más seguro, las violaciones de EEUU a los derechos humanos internacionales incitan a nuestros enemigos y alienan a nuestros amigos».
A nivel interno, denunció que el Gobierno viola «nuestros derechos a la privacidad, a través de las tácticas de escuchas ilegales y la interceptación de las comunicaciones electrónicas». «Se viola el derecho a la libertad de expresión y a la presunción de inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, otros dos derechos consagrados en la Declaración», acotó.
Arremetió contra las leyes estadounidenses que permiten retener a una persona por tiempo indefinido bajo la sospecha de «pertenencia organización terrorista o grupos afines» y contra las normativas estatales que amparan la detención de una persona solo «por su apariencia, sus creencias o sus relaciones personales». Carter tildó tales normas de «racistas».
Un comandante talibán de Waziristán Sur, en Pakistán, ha prohibido la campaña de vacunación contra la poliomielitis que están llevando a cabo organismos internacionales alegando los continuos ataques con «drones» en la zona y que los trabajadores sanitarios encargados de la vacunación desempeñan labores de espionaje para la CIA. «Bajo la apariencia de campañas de vacunación, EEUU y sus aliados están creando una red de espionaje que no ha traído más que muerte y destrucción en forma de ataques con `drones'», subrayaron en panfletos distribuidos por Waziristan Sur. Citaron el caso del médico Shakil Afridi que, bajo el amparo de una campaña de vacunación contra la hepatitis en Abbottabad, proporcionó a la CIA información clave sobre Osama bin Laden.
Los talibanes cuestionaron la sinceridad de los esfuerzos internacionales por erradicar la alta incidencia de la polio entre la población infantil de las áreas tribales. «Por una parte, están matando a niños inocentes con sus ataques y, por otra, están salvando sus vidas vacunándoles», resaltó.
Organismos humanitarios han rechazado el uso de las vacunaciones como cobertura para labores de espionaje. GARA
El artículo de Carter se publica apenas una semana después de que la ONU pidiera a EEUU que aclare cuáles son los criterios que utiliza para «seleccionar sus objetivos en su guerra contra el terrorismo».