Indar, el centro de apoyo a las empresas de Nafarroa Beherea, a punto de disolverse
Arantxa MANTEROLA |
Indar (Iniciativa de Desarrollo de Actividades Rurales) está a punto de desaparecer. Esta estructura que desde 1997 se ocupa de apoyar y acompañar a las empresas de Nafarroa Beherea no ha logrado, por el momento, encontrar la financiación que necesita para seguir funcionando. La asamblea extraordinaria convocada para mañana, jueves, tratará la propuesta de disolución de la entidad.
La asociación que conecta profesionales e instituciones locales es, al mismo tiempo, un órgano de reflexión y un dispositivo técnico del que pueden beneficiarse todos los agentes locales. Entre sus funciones, dirigidas principalmente a ayudar a las pequeñas estructuras económicas a seguir existiendo en un mercado tan competitivo, está la de elaborar un plan de ordenación y desarrollo territorial, promover nuevas zonas de actividad económica, impulsar dinámicas colectivas entre el sector público y el privado o crear infraestructuras, como viveros de empresas.
En un principio, el área de acción de Indar se limitaba al cantón de Donapaleu pero a partir de 2001, cuando se crearon las Mancomunidades de pueblos entre cuyas competencias está la de potenciar el desarrollo económico, esta se extendió a todo el territorio bajonavarro, abarcando así las 1.300 empresas repartidas en sus 71 localidades.
Deficitario
El territorio está dividido en dos zonas económicas, la de Garazi-Baigorri y la de Amikuze-Iholdi-Oztibarre, y las tres mancomunidades de pueblos participan en la financiación de la estructura.
Indar lleva arrastrando resultados deficitarios desde hace varios años, entre otros motivos, porque las subvenciones públicas han ido descendiendo. Hace unas semanas, el consejo de administración compuesto por electos y socio-profesionales solicitó readecuar la participación de las instituciones. La Mancomunidad Garazi-Baigorri accedió a cubrir la mitad de las necesidades que se han visto incrementadas pero la de Amikuze se opuso a aportar más ayuda por lo que la posible solución quedó bloqueada.
Zabaldu, otra estructura de desarrollo económico local formada por comerciantes y trabajadores autónomos ha manifestado su preocupación por el futuro de Indar. Recuerda que, gracias a los dosieres instruidos por Indar, en 2011 las pequeñas empresas pudieron obtener más de 1 millón de euros de ayudas y que la calidad de su trabajo y su proximidad tienen un «efecto de palanca innegable» en la actividad económica local. Denuncia la «incoherencia entre los discursos de algunos electos en materia económica y el escaso interés que demuestran por el trabajo de proximidad realizado por los empleados de Indar».
También Andere Nahia, asociación de ayuda a las mujeres creadoras de empresas han reconocido la «gran labor que realiza Indar» y se han solidarizado con sus tres trabajadores que, de decidirse la disolución mañana, perderán sus empleos.