La dirección de Inasa rechaza la propuesta del comité de vender la planta de Irurtzun
La dirección de Inasa, factoría de Irurtzun comprada en 2010 por Bavaria Industrie Kapital, rechazó ayer la propuesta del comité de empresa de que se venda la fábrica como alternativa al expediente de rescisión de empleo de 155 contratos y al cierre de las instalaciones.
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La empresa Inasa «está centrada exclusivamente» en negociar la indemnización de los despidos, «sin ninguna otra alternativa», mientras que el comité pide que se venda la empresa, bien a un inversor o a los propios trabajadores, en las mismas condiciones en que el grupo alemán compró la planta, manifestó el secretario general de la Federación de Industria de CCOO de Nafarroa, José Ramón Fernández.
Sin embargo, en la reunión celebrada ayer en el Tribunal Laboral de Nafarroa, la empresa contestó que no desea esa propuesta «bajo ningún concepto» y «se escuda en que, si hay una propuesta de compra, sea seria, fiable, bien estructurada y con un plan viable de futuro», explicó Fernández.
«Me parece totalmente inaudito que pidan un plan viable de futuro cuando ellos no lo tienen», afirmó el sindicalista, que declaró que «se trata de una excusa de mal pagador para cerrar la empresa, desmantelarla y vender todo lo que hay» en un plazo de unos seis meses. En la reunión intervinieron asimismo una representante de una empresa de recolocación contratada por la dirección de Inasa: «Hemos escuchado educadamente, pero hemos dicho que eso no era parte de la negociación porque nosotros no contemplamos el cierre de la planta», comentó Fernández.
El comité pidió asimismo a la dirección que se admita la realización de una auditoría de la empresa a través del Gobierno de Nafarroa, a lo que la compañía respondió que estudiará la propuesta.
Fernández mantuvo que el comité está analizando la posibilidad de abrir «varias vías judiciales» y, en primer lugar, se va a pedir al juez que de forma cautelar no permita que se saque el producto por valor de unos seis millones de euros que hay en la fábrica.
Además, el sindicalista afirmó que estudian demandar el posible incumplimiento de un acuerdo del año pasado por el que los trabajadores se bajaron el sueldo a cambio de unas inversiones que no se han llevado a cabo.
La empresa también renunció «expresamente y por escrito» a realizar ningún tipo de despido por los artículos 51 y 52 del Estatuto de los Trabajadores (Despido colectivo y Extinción del contrato por causas objetivas, respectivamente), recordó Fernández.
Desde el comité están «estudiando seriamente» la posibilidad de emprender «alguna acción de tipo penal por alzamiento de bienes y delito contra los derechos de los trabajadores».
Cartas de Negarra
Por su parte, el Comité de Huelga de la compañía Negarra, ubicada en la localidad vizcaína de Igorre y dedicada a la fabricación de chimeneas y termos eléctricos, ha denunciado el envío, por parte de la Dirección, de varias misivas dirigidas a las familias de los trabajadores en las que «amenazan con cerrar la factoría», después de más de 70 días de huelga en protesta por la decisión de la empresía de despedir a medio centenar de empleados.
En una rueda de prensa. el comité afirmó que, en las misivas, la dirección califica a los huelguistas de «locos y radicales» y advierten a sus familias de que «si no cesan los paros», la empresa «va a ir a pique» y terminará «cerrando la persiana».
Dos centenares de trabajadores de la empresa Corrugados Azpeitia, que llevan quince días en huelga, se concentraron ayer frente a la sede del Gobierno de Gasteiz para pedir explicaciones sobre los 5 millones de euros de dinero público entregados al Grupo Alfonso Gallardo para mantener abierta la factoría. Los empleados, que portaban una pancarta con el lema «Gezurretan jardun duzue», informaron de la reunión que mantuvieron el lunes con la dirección de la factoría y denunciaron que ésta no les planteó ninguna alternativa. Asimismo, comentaron que a partir de mañana la empresa decretará el cierre patronal. GARA
El comité de Inasa está estudiando «seriamente» la posibilidad de emprender «alguna acción penal por alzamiento de bienes y delito contra los derechos de los trabajadores».
Los representantes de los trabajadores de Negarra afirman que en la misiva la empresa califica de «locos y radicales» a los empleados.