El repago de los medicamentos arranca este domingo en el Estado español, pero no en la CAV. La nueva fórmula para que los ciudadanos financien el gasto farmacéutico en el Estado será la misma en Iruñea que en Sevilla, puesto que UPN ha decidido seguir a pies juntillas las reformas de Madrid. Las excepciones a este modelo único de pago por fármacos son la CAV, donde seguirán como hasta ahora, y Catalunya, porque CIU ha ido más lejos que el PP y aplica otras medidas gravosas para los enfermos, como el euro por receta. Hoy se reúnen los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas para abordar este repago que probablemente romperá la igualdad entre los enfermos del Estado español a la hora de acceder a los medicamentos.

Las líneas básicas del cambio de modelo están trazadas, pero hay infinidad de casos puntuales en que no se sabe bien cómo actuar. No lo saben los usuarios y tampoco los farmacéuticos, que son quienes llevarán el cambio a la práctica. Ayer, los boticarios navarros tuvieron una reunión en la que la presidenta del Colegio aclaró buena parte de las preguntas sobre casos que surgen a diario en la farmacia. Esto es lo que habría que tener claro a partir de ahora:

¿Cuánto valen los medicamentos?

El precio de un fármaco lo pone el fabricante solo cuando tiene la patente (no hay genérico). En los demás casos, lo fija el Estado o está bajo su supervisión. Hasta ahora, los gobiernos autonómicos repercutían una parte del coste medicamento sobre los usuarios. Este porcentaje estaba determinado por la condición social del enfermo y había solo dos tipos: los pensionistas y el resto. Los primeros tenían recetas con ribete rojo (no pagaban) y las de los segundos llevaban ribete verde (pagaban un 40%). En Nafarroa y en el resto del Estado ahora pasan a ser cinco tipos, según los ingresos.

Por otro lado, existen los medicamentos normales y otros de «aportación reducida» (solo se paga el 10%). Los fármacos reducidos suelen ser para enfermedades crónicas, como insulinas para diabéticos o los anticoagulantes. Algunos de estos productos son muy caros, y para esos casos existía un límite máximo a pagar que era de 2,64 euros y que, con esta reforma, va a subirse a 4,13.

Cabe remarcar que solo se subvencionan los fármacos con receta. Si alguien acude a una farmacia y le cobran 1,4 euros por un paracetamol o 1,6 euros por el ibuprofeno, no es porque estén subvencionados, sino que se deriva de que son precios intervenidos por las autonomías que han fijado mínimos a los fabricantes y han marcado el margen de beneficio a los farmacéuticos.

Los nuevos cinco grupos

El Código O es el quienes no pagarán nada. En él están incluidos los que cobran pensiones no contributivas y los parados de larga duración. El Código 2 es solo para pensionistas, que pasan de tener la receta roja de la gratuidad a abonar un 10% del precio. Este grupo es el más complejo porque tiene unos límites máximos mensuales (8 euros para quienes cobran menos de 18.000, 18 euros para quienes ingresan de 18.000 a 100.000 y 60 para los que superan ese límite). El problema es que los del Código 2 siempre pagarán un 10% en la farmacia y tendrán que guardarse las facturas para pedir que el dinero se les devuelva. Las autonomías tienen seis meses para devolver ese dinero, pero Nafarroa dice que lo hará en tres.

Llevarán el Código 2 los trabajadores que ganen menos de 18.000 euros al año, que pagarán como hasta ahora con la receta verde: un 40%. El Código 3 es para los activos que ganan entre 18.000 y 100.000 y pagarán el 50%. El último tipo, los del Código 4, abonarán un 60% porque sus ingresos superan los 100.000 euros.

En resumen, la reforma supone hacer pagar a una fracción de los pensionistas hasta el 10% de los medicamentos (con topes mensuales) y también que el grueso de los activos (Código 3) paguen un 10% más. Y aquí es donde viene el conflicto.

¿Qué ocurrirá en la CAV?

El Gobierno de Gasteiz no piensa aplicar las medidas sanitarias. Lo único que ha modificado es ampliar la gratuidad que hasta ahora afectaba a pensionistas a los perceptores de la renta de garantía de ingresos (RGI) y a los parados de larga duración sin subsidio. El resto de residentes en los tres herrialdes que conforman la CAV, los poseedores de una Tarjeta de Identificación Sanitaria (TIS) expedida por el Gobierno de Gasteiz, seguirán abonando el 40% del medicamento, como han hecho hasta la fecha.

Atendiendo a esta explicación, cualquier persona puede entender que el Real Decreto aprobado por Madrid no tiene afección en la CAV. Sin embargo, la realidad demuestra que sí. Los problemas derivados de la normativa serán visibles cuando los residentes en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tengan que acudir a una farmacia lejos de casa.

Si un vecino de Araia acude a una farmacia de Altsasu para adquirir un medicamento comprobará que lo que en Araba cuesta el 40% en Nafarroa puede llegar a costar el 60%. Algo similar ocurrirá si una persona empadronada en Oion acude a Logroño, o si un vecino de un vecino de Armiñón tiene que acudir a un dispensario de Miranda de Ebro. En estos casos, los ciudadanos afectados por la normativa estatal deberán guardar la factura para poder cobrar la diferencia entre el precio fijado por Lakua y el marcado por el Gobierno español, ya que, para poder recuperar su dinero, tendrán que presentar una acreditación del importe en la dirección de Sanidad correspondiente.

Por el momento se desconoce cuál será el procedimiento ante los casos opuestos, en los que sea un vecino de Logroño el que acuda a Araba a por un medicamento. Esta desinformación, que será aclarada mañana jueves por el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, repercute de manera directa sobre los habitantes de Trebiñu. De igual forma, hay desinformación en municipios fronterizos de la CAV. En la Rioja Alavesa no han recibido la información oportuna por parte del Ejecutivo. Las fuentes consultadas por GARA desconocían la aprobación del decreto de Lakua, que echa por tierra lo dispuesto en la normativa estatal. Tal como explican, las últimas indicaciones llegaron en mayo.

Nafarroa, las farmacias y la receta

En Nafarroa se abre ahora un proceso transitorio. A partir del día 1 se cobrará con el nuevo modelo, pero hay recetas aún elaboradas de manera antigua. Por ello, los farmacéuticos tendrán acceso a los datos de los usuarios y podrán comprobar a que grupo pertenecen a través de su ordenador. Esta es la forma mediante la cual podrán cobrar a los clientes de la CAV según la normativa estatal (si Araba da esos datos, que por ahora se niega). Por otro lado, según los farmacéuticos navarros, una vez comience a expedirse la receta nueva con códigos, cuando alguien de fuera acuda a una farmacia de la CAV, el establecimiento le podrá cobrar según su grupo. Hasta entonces, lo lógico es hacer como en Nafarroa y comprobar el grupo en el ordenador, pero aún no les han informado.