Por encima de las polémicas abiertas en los últimos días en torno a las condiciones que padecen las presas y presos políticos vascos y sus familiares, en los pueblos y barrios de Euskal Herria continúan celebrándose las movilizaciones semanales, a las que se van sumando las enmarcadas en las fiestas populares.

Ayer, en la plaza del Arriaga de Bilbo se dieron cita un centenar de personas para exigir que se respeten los derechos de los presos. El lunes fueron 20 en Sopela; 68 ante la sede del PP en Iruñea; 9 en Abadiño; 25 en Zaldibia; 29 en Altza y 11 en Añorga (Donostia); 25 en Zorrotza y 18 en Otxarkoaga (Bilbo); 18 en Zaldibar; 34 en Gernika; 65 en Altsasu; 7 en Euba; 42 en Iurreta; 20 en Bermeo; 21 en Ataun; 53 en Ondarroa; 25 en Ordizia y 39 en Laudio.