El vecino de Barañain Iñigo González abandonó ayer la cárcel tras abonar una fianza de 10.000 euros, según informó Ateak Ireki.

González fue detenido en enero de 2011 en una operación que llevó a cabo la Guardia Civil y en la que también fueron encarcelados Gorka Zabala, Gorka Mayo y Jon Patxi Arratibel, a quienes acusaron de ser «miembros desdoblados de Ekin».

González, Arratibel y Zabala denunciaron haber sido objeto de torturas durante el periodo de incomunicación. Dos letrados de oficio que asistieron a los detenidos hicieron referencias al juez Fernando Grande-Marlaska del trato recibido por los navarros.

En esa operación, Arratibel escribió «aztnugal» («laguntza» al revés) en su declaración para reclamar ayuda.