CRISIS FINANCIERA EN la eurozona
La UE se marca como objetivo crear un único supervisor bancario europeo
Los líderes de la UE quieren crear una nueva arquitectura europea con más solidaridad a cambio de menos soberanía: un supervisor bancario europeo, un Tesoro del euro, eurobonos, vetos a presupuestos y límites a la emisión de deuda.
GARA | BRUSELAS
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, describe en un informe publicado ayer y remitido a los líderes de la UE su visión de la futura gobernanza de la Unión Económica y Monetaria. El documento, de siete páginas, ha sido redactado en colaboración con los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
El informe propone cuatro pilares sobre los que los líderes seguirán trabajando más allá de la cumbre, de la que debe salir un consenso sobre una futura Unión Económica y Monetaria totalmente diferente.
El objetivo es crear un marco financiero integrado, es decir una unión bancaria; de promover un marco presupuestario integrado, equivalente a la unión fiscal. Asimismo, el informe incluye la necesidad de impulsar un marco de política económica común, y de fortalecer la legitimidad democrática y la rendición de cuentas para la toma de decisiones a nivel europeo (para compensar la pérdida de soberanía nacional, en lo que sería la unión política).
La idea es que «cada paso hacia una mayor solidaridad sea acompañado por el paso correspondiente hacia una mayor responsabilidad», empezando por aquellas iniciativas que se pueden ejecutar inmediatamente y no requieren, a priori, cambiar los Tratados, como es el caso de la unión bancaria, señaló ayer Durao Barroso.
Estos cuatro bloques ofrecen una «arquitectura coherente y completa que tendrá que crearse a lo largo de la próxima década», según el informe.
En la unión bancaria habrá dos elementos centrales: una supervisión bancaria europea única y un sistema común de garantías de depósitos y de resolución bancaria.
La supervisión tendría dos niveles: el europeo y el estatal, pero el primero tendría la «responsabilidad última» y por tanto la autoridad en materia de supervisión sobre «todos» los bancos, es decir más de 8.300 entidades europeas. Además tendría poderes para intervenir de manera preventiva.
Actualmente la supervisión europea de los bancos está coordinada por la Autoridad Bancaria Europea (ABE), pero el BCE podría recibir el encargo de vigilar las entidades de la eurozona.
El sistema de garantías de depósitos también estaría supervisado a nivel europeo, al igual que el fondo europeo de resolución de bancos, cuyos recursos procederían de las propias entidades.
Los dos esquemas podrían depender de una autoridad común y el fondo de rescate permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad «podría actuar como garante presupuestario de la autoridad de resolución de garantía de depósitos», pero en ningún momento se alude a la recapitalización directa de la banca.
Unión fiscal
Pero es en el bloque de la unión fiscal donde habrá más discusiones porque es ahí donde habrá que ceder más soberanía. Este elemento es necesario porque «los desequilibrios de un país crean problemas en la UE en su conjunto», por lo que hay que poner en marcha «mecanismos, reglas, frenos...», explica una fuente comunitaria.
A la vez es el pilar imprescindible para que Alemania acepte más solidaridad y para Berlín se debe empezar por esta pieza del rompecabezas.
Un marco presupuestario integrado implica que se tomen en la eurozona más decisiones en común sobre las cuentas estatales a cambio de compartir riesgos y eso exige prevenir y corregir políticas fiscales insostenibles en cada país.
Así, la eurozona podría fijar techos anuales de gasto en los presupuestos estatales, máximos para los niveles de deuda y además un país que quiera emitir más deuda de la acordada conjuntamente tendría que «justificar» su decisión y «recibir autorización previa» de los demás socios.
Es más, «la eurozona estaría en posición de exigir cambios en las partidas presupuestarias» estatales si incumplen la reglas en ese ámbito.
Después, se podría explorar «a medio plazo» la emisión de deuda común, de manera que solo se introducirían los eurobonos cuando haya «un robusto marco de disciplina presupuestaria» para evitar el riesgo moral, tal y como exige el Gobierno alemán.
El proceso hacia la emisión de deuda común sería gradual y se haría por fases, de manera que el progreso en las decisiones sobre presupuestos vaya acompañado por los correspondientes pasos para compartir riesgos.
Las opciones van desde instrumentos de financiación a corto plazo (como euroletras) a crear un fondo de amortización de deuda.
Para hacer realidad esta visión, habría que crear en la eurozona «una institución fiscal, como una oficina del Tesoro», es decir un «superministerio de Finanzas».
Merkel: «Demasiado rápido»
La canciller alemana, Angela Merkel, criticó ante miembros de su partido la propuesta formulada por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, por avanzar demasiado rápido hacia la colectivización de la deuda.
En una reunión a puerta cerrada con los parlamentarios de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Merkel se mostró contrariada por el documento de Van Rompuy para la cumbre.
A juicio de la jefa del Gobierno alemán, hay un desequilibrio entre los tiempos del proceso para colectivizar las deudas soberanas y el calendario de integración de la UE a nivel fiscal, financiero y bancario.
La propuesta de Van Rompuy sobre cesión de soberanía, según Merkel, podría desencadenar una rápida colectivización de la deuda soberana de los países miembros de la eurozona. Según declaraciones reproducidas por fuentes presentes en la reunión, Merkel llegó a decir que Europa no tendrá una responsabilidad compartida por su deuda mientras ella esté «viva».
Merkel ya había asegurado el lunes que la emisión de eurobonos como receta para salir de la crisis es una medida «errónea».
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió ayer avanzar «rápidamente» hacia una unión bancaria, que a su juicio no requiere un cambio en el Tratado, para romper el «círculo vicioso» entre los bancos y los Estados miembros.
El primer ministro italiano, Mario Monti, señaló que su propuesta de utilizar los fondos de rescate europeos para aliviar la tensión sobre algunos estados comprando su deuda soberana se limitaría a aquellos países que «cumplan con la disciplina fiscal».
Los ministros de Finanzas de la zona euro mantendrán hoy un encuentro por videoconferencia para discutir las ayudas para la recapitalización de la banca española y de Chipre.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, explicó ayer que las entidades que pidan ayuda pública deberán presentar un plan de reestructuración y posiblemente tendrán que sacar de sus balances los activos problemáticos.
Esta fórmula, que recuerda a la creación de un «banco malo», le gusta a la Comisión Europa, aseguró De Guindos en su cuarta comparecencia a petición propia en la Comisión de Economía del Congreso, aunque por el momento es solo un supuesto, ya que ahora se empezarán a negociar las condiciones para las entidades.
Lo que sí está claro es que la entidad que reciba fondos deberá presentar un plan de reestructuración y medidas para corregir su vulnerabilidad.
El ministro insistió en que el rescate solo tendrá condiciones para los bancos, aunque reconoció que es «evidente» que al Estado español se le supervisará su política económica y fiscal dentro de la estrategia para reducir el déficit. Precisamente ayer se conoció que el déficit hasta mayo alcanzó el 3,41% del PIB, cifra que roza el 3,5% previsto para todo el año. GARA
Tras conocerse el pasado lunes que el Gobierno de Mariano Rajoy está estudiando subir el IVA reducido, ayer la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, aseguraba que también estudian eliminar la desgravación por vivienda habitual, así como implementar el llamado «céntimo verde» que grava los hidrocarburos.
Fernández Currás especificó que estas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea están «en estudio», aunque matizó que «la decisión corresponde en última instancia al Gobierno» en función de la «evolución macroeconómica» y las «necesidades» de la sociedad.
En lo que se refiere al IVA, insistió en que «no está decidido» que se vaya a subir este impuesto, por lo que «no se puede decir cuándo» se va a producir esta eventual medida. Añadió en cualquier caso que «lo que corresponde a este país es ir ensanchando las bases de todos los impuestos», es decir, aumentar el número de contribuyentes que cumplen
La posibilidad de subir el IVA reducido provocó ayer una lluvia de críticas, encabezadas por las asociaciones de consumidores, que consideran que la medida afectará más a quien menos tiene, aparte de que alcanzaría a productos de consumo esencial, como los alimentos.
«A esos bienes, que son de compra básica, si de repente se les aumenta diez puntos el IVA (hasta el 18% del tipo general) está claro que supone un mazazo a la economía familiar», denunciaron.
El turismo también se vería directamente afectado por la subida. Fuentes de este sector consideran que «solo entre un 5% y un 10% de las empresas turísticas podría asumir una subida del IVA en sus cuentas de resultados sin entrar en pérdidas», lo que supondría el cierre de «miles de empresas».
La portavoz del Ejecutivo de Gasteiz, Idoia Mendia, consideró que una posible subida del IVA tendría consecuencias negativas para la economía ya que penaliza el consumo y «no es el momento» oportuno para ello, mientras el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, advertía del riesgo de subir los tipos impositivos porque podría «estrangular la economía».
Por su parte, la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda del Gobierno navarro, Lourdes Goicoechea, afirmó que su Ejecutivo subirá el IVA si así lo decide el Gobierno español ya que la Comunidad no tiene capacidad en esta materia. «En el IVA vamos siempre armonizados con lo que hace el Estado», precisó. GARA
Nivel de aprobado: Santander (Baa2) Banesto (Baa3) BBVA (Baa3) Caja Laboral (Baa3) Banca March (Baa3) Rural Navarra (Baa3) Caixabank (Baa3)Nivel de «bono basura»: Bankinter (Ba1) Banco Coop. Esp. (Ba1) Popular (Ba1) Sabadell (Ba1) Kutxabank (Ba1) Unicaja Banco (Ba1) CECA (Ba1) Bankoa (Ba1) Rural de Granada (Ba2) Liberbank (Ba2) Ibercaja Banco (Ba2) Cajamar (Ba3) Bankia (Ba2) Banco CEISS (B1) Catalunya Banc (B1) NovaCaixa (B1) Banco Valencia (B3)