Larreina destaca que en Gernika quisieron aportar al escenario de paz
Rafa Larreina, diputado de Amaiur en el Congreso español, ha destacado la aportación que la coalición soberanista de izquierda deseó hacer el miércoles con el acto que realizaron en la Casa de Juntas de Gernika. «Quisimos aportar nuestro grano de arena a la construcción de un nuevo escenario de paz y reconciliación haciendo una declaración solemne en un lugar emblemático para el Pueblo Vasco», remarcó.
GARA |
El gesto efectuado por los diez diputados y senadores de Amaiur a los pies del Árbol de Gernika el pasado miércoles fue considerado desde diferentes foros y agentes políticos españoles y vascos como un acto de «contraprogramación» respecto al acto solemne en homenaje a las víctimas de ETA que tuvo lugar en la Carrera de San Jerónimo. De cara a aclarar el sentido de la iniciativa de los cargos públicos de la coalición soberanista de izquierda y responder a las tergiversaciones, el diputado Rafa Larreina ha escrito en su blog un artículo relacionado con ese «homenaje y reconocimiento a todas las víctimas de la violencia» en el que participó en la villa foral junto a sus compañeros y compañeras.
«Nada más lejos de la realidad, no pretendíamos -subraya el diputado por Gipuzkoa- tapar o ignorar dicho homenaje que se realizaba en España». El miércoles fueron meridianamente claros al decir que el homenaje en Madrid no reconocía «todo el sufrimiento habido en nuestro país» y, por lo tanto, no reconocía a todas las víctimas. Es más, estimaron que no aportaba «de manera positiva» a la resolución del conflicto político que pervive en Euskal Herria.
Larreina manifiesta en su reflexión que «desde el profundo respeto que nos merecen todas las víctimas de la violencia o del terrorismo, quisimos aportar nuestro grano de arena a la construcción de un nuevo escenario de paz y reconciliación, haciendo una declaración solemne en un lugar emblemático para el Pueblo Vasco como es la Casa de Juntas de Gernika, junto al árbol que es uno de los signos de la soberanía originaria de Euskal Herria».
La elección de Gernika, reitera, no fue baladí, ya que incide en que esa localidad «ha sido testigo de la barbarie asociada a las guerras y referente internacional que apela a la paz y al nunca más a la barbarie».
Sin exclusiones
El representante de Amaiur insiste en que en su homenaje del miércoles no excluyeron a ninguna víctima, ni entraron «en el debate perverso de la equiparación, queremos -precisó Larreina- reconocer el dolor y reparar las injusticias sufridas por cada persona dando respuesta a las necesidades, demandas y circunstancias específicas de cada una de ellas, desde el profundo respeto que nos merecen quienes han sufrido tanto dolor e injusticia».
La coalición soberanista de izquierda entiende que la paz debe ser aquella en la que toda la ciudadanía se siente partícipe de ella, «en la que todos y todas nosotras -puntualizaron- nos sintamos vencedoras».
El comisionado para la convivencia y la memoria del Ejecutivo de Lakua, Jesús Loza, considera que «hay que contar» con las víctimas en el proceso final de ETA, pero rechazó que puedan dirigir la política antiterrorista del Gobierno español. «¿Las víctimas quieren hacer política? Pues me parece perfecto, que funden un partido político, pero que no pretendan imponer una razón de parte a un gobierno», defendió.
Loza expone las bases sobre las que a su juicio debe girar el final de ETA en una entrevista publicada en la revista ``Andalupaz'', en la que repasa el papel que deben jugar las víctimas e insiste en que la «política antiterrorista» no la deciden ellas, sino que está en manos de los gobiernos. «Algunas víctimas parece que quieran dirigir la política penitenciaria y eso no es aceptable -sostiene--. Es justo que quieran influir, pero hay una diferencia entre influir e imponer. Algunas víctimas creen que tienen la razón por ser víctimas».
El comisionado de Patxi López para la convivencia apunta que «ha habido incluso quienes han hecho creer a las víctimas que casi dirigirían al final» e insiste en que se debe «contar» con ellas, pero «las decisiones las tomarán los legítimos representantes de toda la sociedad», es decir, el Gobierno y el Parlamento.
«¿Hay que contarles todo a las víctimas? Evidentemente. ¿Hay que escuchar a las víctimas? Por supuesto. Pero también las víctimas tienen que escuchar. La escucha tiene que ser mutua», defiende antes de reconocer que considera «un error» que la AVT no quiera reunirse con él. En ese contexto, apuesta por un final de ETA «con justicia», aunque puntualiza que sin impunidad «no quiere decir que los presos tengan que cumplir todos los años en primer grado, alejados».