«Vietnam afronta el reto de seguir con la renovación de su economía»
Nguyen Van Ngang ha participado, con otros miembros de la Confederación General de Trabajadores de Vietnam (VGCL), en el reciente congreso celebrado por el sindicato LAB en Barañain, marco en el que informó sobre la realidad de sus país, sus retos, sus problemas y su situación en el escenario regional.
Txente REKONDO |
Vietnam es una experiencia singular tanto en Asia como entre los llamados países en vías de desarrollo. El empuje económico experimentado en los últimos años le llevó en su día a ser considerada como una de las economías de mayor crecimiento del mundo. Así, pasó de importar arroz a ser autosuficiente en materia alimentaria y a convertirse, en su día, en el tercer exportador mundial de este cereal. Pero las dificultades siguen planeando sobre el país, donde unas infraestructuras todavía en desarrollo, un alto índice demográfico y la formación de los trabajadores o los bajos salarios todavía pesan demasiado.
Por eso, la labor de un sindicato como VCGL puede ser clave para mantener o implementar el papel que los trabajadores pueden desempeñar en la actual configuración del estado vietnamita y el modelo que se desarrolle en los próximos años. La formación de los trabajadores es fundamental para conseguir que sus derechos sean respetados y para implementar aquellos que aún no son aplicados.
En el pasado siglo, Vietnam demostró al mundo su capacidad para derrotar a dos potencias coloniales como Francia y EEUU, y supo recomponer un Estado destrozado por las guerras y poner en marcha un modelo propio. El camino no fue fácil y no lo será tampoco en el futuro, por lo que los retos que enfrenta serán clave en los próximos años.
¿Cuál es la estructura, el trabajo y los objetivos del VGCL?
Nuestro sindicato surgió en 1929 y fue creciendo con los años hasta convertirse en lo que es, una realidad sindical muy fuerte en nuestro país. Somos el único sindicato en Vietnam, con siete millones y medio de afiliados. Contamos con decenas de federaciones provinciales y varias secciones de industrias a nivel nacional.
¿Qué labor desempeña tanto de cara a los trabajadores como al conjunto del país?
La presencia de la VGCL a través de la participación en las diferentes ramas de la industria así como en la Asamblea Nacional, nos permite defender y promocionar los derechos e intereses de los trabajadores. También participamos en la actividad estatal, formando y educando a los trabajadores para que se construya un aparato estatal estable y transparente. Todo ello encaminado a la promoción y aumento del nivel económico de los trabajadores y del país.
¿Cuáles son los principales problemas que afronta Vietnam?
Son varios, la demografía -más de 90 millones de habitantes-, la polución... sin olvidar el impacto de la crisis mundial. Vietnam es un país pobre y por eso todavía haya mucha gente pobre. En el proceso para reconstruir la economía es clave que las condiciones de vida de los trabajadores mejoren y eso supone luchar contra el desempleo y los bajos salarios. Uno de los retos en estos momentos también pasa por la diversificación de la economía.
En los años 80 se dio el proceso Doi Moi (renovación), que vino a cambiar la economía basada en un modelo centralizado por una nueva realidad.
Efectivamente, se pasó del llamado modelo centralizado a un modelo de mercado orientado hacia el socialismo. Se permitió la entrada de la propiedad privada en las empresas y en el campo, así como las inversiones extranjeras. Ello nos llevó a una realidad que combina lo privado y lo público. Tras los buenos resultados de los primeros años, Vietnam sigue afrontando el reto de continuar con la renovación de su economía, algo que no es nada fácil. Por ejemplo, es necesario el desarrollo de los servicios, pero todavía las dificultades son importantes, sobre todo, si tenemos en cuenta que un 70% de los trabajadores pertenece al sector agrícola, y todavía el nivel tecnológico no está muy desarrollado.
La crisis económica que ahora se ceba sobre todo en Europa, tuvo sus paralelismos hace años en diversas partes del mundo, y a pesar de ello muchos la llaman «mundial». ¿Qué repercusiones tiene esta situación en Vietnam?
La crisis de los años 80 no tuvo tanta incidencia en Vietnam como en otros países. Las reformas iniciadas en aquellas fechas permitieron un desarrollo inicial que no se resintió por la crisis. A día de hoy, es cierto que las consecuencias de la crisis se están dejando notar también en nuestro país. Por un lado, el mercado para nuestras exportaciones (arroz, café, cacao, pescado...) se ha reducido y, por otro, en los últimos meses también han bajado las inversiones extranjeras en Vietnam.
¿Cómo se ve desde Vietnam la configuración del escenario internacional y el papel que pueda jugar en él?
La presencia en esta coyuntura de las llamadas potencias emergentes, los BRIC, supone en cierta medida algo positivo para el desarrollo mundial. Nuestra situación, como país en vías de desarrollo, nos lleva a competir por los mismos mercados (como, por ejemplo, sucede en el sector textil) con otros países que se encuentran en circunstancias similares.
No debe ser sencillo mantener una línea propia en un continente marcado por el pulso entre dos gigantes, India y China, sin olvidar tampoco la presencia de EEUU y sus propios intereses en la región.
Evidentemente, no es tarea fácil mantener un modelo propio ante esos «gigantes». Sin embargo, para nosotros la base de las relaciones internacionales, entre otras cosas, se basa en la diversificación de las mismas y en la multilateralidad. Por ello, buscamos promover las relaciones con otros países y realidades del mundo, siempre basadas en la paz, la seguridad y el desarrollo, entre otras cuestiones.
«La crisis se está dejando notar en nuestro país. El mercado para nuestras exportaciones se ha reducido y también han bajado las inversiones extranjeras»