El maillot verde de la clasificación por puntos, que el año pasado fue para el británico Mark Cavendish, no se relaciona bien con el amarillo de la general, que acapara las energías en los equipos de los líderes.

Cavendish, que deberá ceder el protagonismo a su compatriota Bradley Wiggins en el equipo Sky, admite que «es probable que no gane tantas etapas [20 en los cuatro últimos años], pero formar parte de un equipo que tiene la ambición de ganar el Tour es un honor para cualquier corredor que se precie».

El sprinter de la isla de Man añade que para lograr el maillot verde «no es suficiente con ganar etapas, también hay que disputar los sprints intermedios, esa es la táctica a seguir».

El campeón del mundo confiesa que ha perdido cuatro kilos para ser más competitivo en la cuesta del circuito de los Juegos Olímpicos de Londres, seis días después del final del Tour. «¡El mes de julio va a ser muy largo!», exclama divertido. «Sinceramente, no pienso en el maillot verde, pero nunca se sabe».

Las miradas se dirigen hacia un debutante de 22 años, el eslovaco Peter Sagan, que acaba de ganar cuatro etapas en la Vuelta a Suiza y ayer se estrenó con una brillante victoria en el Tour, mientras Cavendish añade que «iré viendo día a día. Hay muchas etapas adecuadas para mí, pero habrá que ver cómo estoy. El otro factor es la clasificación general. Si es necesario, yo trabajaré para nuestro líder».

José Joaquín Rojas -que luchó por el maillot verde con Cavendish el año pasado- y el australiano Matt Goss podrían ser otros dos de los afectados por esta pugna, que podría verse mediatizada por la nueva norma en relación con el tiempo de eliminación. El baremo (un coeficiente en función del tiempo del ganador) se ha ampliado, pero se ha impartido la consigna de aplicar más estrictamente el reglamento, después de las dos repescas masivas de corredores que se realizaron en las etapas alpinas de la pasada edición.

Los escaladores tienen el maillot de lunares rojos como objetivo, aunque el ganador en Alpe d'Huez el año pasado, Pierre Rolland, no lo incluye entre sus prioridades. «Mi objetivo número uno es mejorar mi clasificación en la general, pero sé que pueden suceder muchas cosas, caídas, fracturas, enfermedades...», afirma la mayor esperanza francesa, que ve la montaña como «una alternativa si las cosas van mal para la general».

David Moncoutié -que ya ha ganado cuatro veces la clasificación de la montaña-, el belga Jelle Vanendert (tercero en 2011), el holandés Johnny Hogerland, y los escaladores españoles, con Samuel Sánchez a la cabeza, muestran el perfil adecuado para aspirar a ser el mejor escalador en el podio final de París.

Respecto al maillot blanco para el mejor joven, reservado para los corredores nacidos a partir del 1 de enero de 1987, el máximo aspirante es el estonio Rein Taaramae -segundo el año pasado detrás de Pierre Rolland-, cuyos máximos rivales serán el holandés Steven Kruijswijk (25 años también, como Taaramae) -octavo del Giro 2011-, o el estadounidense Tejay Van Garderen (24 años), cuya prioridad en todo caso será trabajar para su líder (Cadel Evans).