Responsables del sindicato LAB terciaron ayer en el debate abierto en Gipuzkoa sobre la gestión de los residuos para defender el sistema de recogida de residuos puerta a puerta, porque es la alternativa que mayores cuotas de reciclaje consigue en una sociedad en la que se calcula que cada ciudadano genera 1,3 kilos de residuos al día, lo que supone 350.000 toneladas de basura anuales.

«La gestión de los residuos que genera esta sociedad se ha convertido en un gran problema» y «la incineración no es una solución», según remarcaron en nombre de LAB, el secretario de Medio Ambiente de la central, Urtzi Ostolozaga, y el miembro de la ejecutiva Oihan Ostolaza, en una comparecencia ante los medios de comunicación en la que estuvieron acompañados por los secretarios comarcales de Gipuzkoa.

Explicaron que la incineración «no hace desaparecer los residuos» sino que los transforma en un proceso que vierte sustancias tóxicas perjudiciales para el medio ambiente y la salud, en forma de gases por las emisiones de sus chimeneas, en forma líquida como se ha comprobado en la planta vizcaina de Zabalgarbi o en forma sólida, como la escoria y las cenizas.

Los representantes de la central abertzale llamaron la atención, asimismo, sobre el derroche de energía y recursos que precisa la quema de basuras y subrayaron que, además, perjudica la economía de la comarca donde está instalada la planta.

La repercusión en el empleo

Tras resaltar que «la incineración crea muchísimos menos puestos de trabajo que el reciclaje y le compostaje», los responsables de LAB pusieron el acento en la repercusión que tiene quemar basuras para las actividades del entorno y se refirieron a la afección que una incineradora puede tener en la actividad turística de la comarca afectada o en la agricultura y ganadería.

Otra de las cuestiones sobre las que incide LAB tiene que ver con la gran cantidad de residuos que necesitan las incineradoras para ser económicamente viables, lo que «frena planes para la reducción de residuos, así como el reciclaje o la recuperación».

Con estos argumentos sobre la mesa, la central sindical remarca que «frente a quien quiere hacer negocio de la basura con las incineradoras, la sociedad ha optado por su salud y el medio ambiente» y apuntó que los resultados del puerta a puerta ya son visibles, aportando «cifras que anteriormente eran impensables».

LAB reconoció que la implicación de la ciudadanía es fundamental y resaltó al respecto que la sociedad ya ha hecho su parte, porque «si no hubiese sido así, las puestas en marcha habrían fracasado y no ha sido así». «Debe haber un cambio cultural y ya podemos decir que dicho cambio se está produciendo en la sociedad», señaló LAB, para subrayar que ahora son las administraciones las que tienen que «priorizar las políticas que disminuyen los residuos y que impulsan el reciclaje».

Por ello, LAB hizo un llamamiento a la clase trabajadora y a la sociedad en general a actuar con responsabilidad y a hacer frente a la incineración.