Los cuatro empleados del Tribunal Penal Internacional detenidos en Libia después de haber visitado a Seif al-Islam Gadafi fueron liberados ayer. Ajmi al-Atiri, comandate de la brigada que tiene en su poder en la localidad de Zintan, al hijo del antiguo líder libio anunció que «los cuatro miembros (de la delegación del TPI) han sido liberados». Al Atiri hizo el anuncio en una rueda de prensa poco después de la llegada a Zintan, a 170 kilómetros al sudoeste de Trípoli, del presidente del Tribunal, el surcoreano Sang-Hyun Song.

«Me gustaría agradecer a las autoridades libias por haber tomado hoy las medidas necesarias para liberar al personal del TPI a fin de que puedan reunirse con sus familias», declaró Song. El equipo del TPI llegó el 7 de junio para visitar al hijo de Muamar Gadafi, detenido en Zintan desde su arresto en noviembre. Las autoridades libias acusaron a la delegación de atentar contra la seguridad nacional y, concretamente a Melinda Taylor, una abogada australiana que trabaja en la defensa de Seif al-Islam y a la intérprete libanesa Helene Assaf de llevar un bolígrafo-cámara y de entregar a Seif al Islam una carta codificada del que fue uno de sus principales colaboradores, Mohammed Ismail, uno de los hombres más buscados por el régimen libio, .

Según el adjunto al ministro libio de Asuntos Exteriores, Mohamed Abdelaziz, la liberación del personal del TPI se enmarca en el acuerdo entre Trípoli y el Tribunal, que se compromete a llevar a cabo su propia investigación sobre las acusaciones a Taylor y a informar al Gobierno libio de los resultados.

Los otros dos miembros del TPI -el abogado español Esteban Peralta y el ruso Alexander Jodakov- no fueron detenidos, pero las autoridades libias tampoco les permitían abandonar el país hasta ayer. El Ministerio español de Asuntos Exteriores anunció que, una vez liberada, la delegación se trasladaría a Roma.

Discrepancias

El TPI y las autoridades libias están enfrentadas sobre dónde debe ser juzgado el hijo de Gadafi, acusado en La Haya de crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos por las fuerzas gadafistas durante las revueltas que estallaron en Libia en febrero de 2011 y culminaron con el linchamiento y muerte del líder libio, el 20 de octubre del mismo año.

El tribunal tiene pendiente una orden internacional de arresto, pero las autoridades libias quieren juzgar a Gadafi y han recurrido la competencia del TPI.