Finlandia podría vetar la compra de deuda soberana por el fondo de rescate
Finlandia amenaza con bloquear la compra de bonos de deuda soberana en el mercado secundario por parte del fondo europeo de rescate, lo que pone en peligro una de las decisiones clave del último Consejo Europeo para rebajar la tensión de la deuda española e italiana. En cuanto a la recapitalización directa de la banca, Bruselas cree que no será necesario cambiar el Tratado del fondo de rescate (lo que obligaría a ratificarlo de nuevo en todos los estados).
GARA | DONOSTIA
Finlandia y Países Bajos no ven con buenos ojos que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) pueda adquirir deuda soberana de la zona euro en los mercados secundarios, a pesar del acuerdo adoptado la semana pasada por los líderes europeos para hacer más fácil la compra de deuda de países cumplidores pero con problemas de refinanciación.
«No apoyamos intervenir en el mercado secundario», afirmaron fuentes diplomáticas finlandesas, que recordaron que para autorizar una operación de este tipo se necesita la unanimidad de los 17 países del euro. Holanda también es reticente a permitir esta opción y desconfía de que la compra de bonos soberanos a través del fondo de rescate llegue a materializarse, si bien no ha dicho expresamente que vaya a bloquearla.
«Los instrumentos ya existen y Holanda no es partidaria de otros nuevos», indicaron fuentes del Gobierno holandés, que recordaron que un país puede hacer una solicitud, bajo estrictas condiciones y los otros países tienen que pronunciarse.
Estas mismas fuentes aclararon que el primer ministro holandés en funciones, Mark Rutte, no ha dicho que Holanda vaya a bloquear sino que se ha referido más bien a que «la probabilidad de que ocurra (la compra de obligaciones) es pequeña, porque no es partidario», es decir, que «la posición de base de Holanda es negativa».
La Comisión Europea, por su parte, aclaró que si la compra de deuda soberana se realizara a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o fondo temporal sí se precisaría unanimidad, lo mismo que en líneas generales si se llevara a cabo mediante el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) o fondo permanente, cuya entrada en vigor esta prevista para este mes.
Existe, no obstante, un procedimiento en el MEDE por el cual se puede aprobar una decisión urgente con un apoyo del 85% de los Estados miembros para casos en los que se concluya que está en juego la estabilidad de la zona del euro, recordó el nuevo portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Simon O'Connor, que sustituye desde ayer al catalán Amadeu Altafaj.
O'Connor consideró, en cualquier caso, que no sería prudente extrapolar las reglas de procedimiento a esta situación hipotética de la compra de bonos.
En caso de que la decisión sobre la compra de deuda se adoptase mediante el procedimiento de urgencia previsto en el MEDE, Finlandia y Holanda no tendrían suficiente peso para bloquearla ya que su voto equivale solo a un 1,8% y un 5,7% del total, muy lejos del 15% que exige la minoría de veto.
Condiciones para la inyección
En cuanto a la recapitalización directa de la banca, la Comisión Europea dijo que no será necesario cambiar el Tratado del fondo de rescate (lo que obligaría a ratificarlo de nuevo en todos los Estados miembros), sino que bastará con una decisión unánime de los países de la eurozona.
El Ejecutivo comunitario espera tener listo «en los próximos días» el memorándum con las condiciones que se impondrán al sector financiero español a cambio de la ayuda, y que está siendo preparado por los inspectores de Bruselas que se encuentran en Madrid desde la semana pasada.
La condición impuesta por Alemania para que entre en vigor la recapitalización directa es que se cree un supervisor bancario único a partir del Banco Central Europeo (BCE), algo que los países de la eurozona se han comprometido a hacer a finales de año.
A partir de ese momento, la recapitalización directa será posible mediante una «decisión normal» del mecanismo europeo de estabilidad (MEDE), según explicó Simon O'Connor.
Para ello se recurrirá al artículo 19 del Tratado del MEDE, que permite al consejo de gobernadores del fondo, donde están representados los países de la eurozona, añadir nuevos instrumentos de asistencia financiera a los ya previstos.
Estos cambios deberán ser ratificados en los parlamentos de algunos países, como por ejemplo Alemania, dijo el portavoz. «Por lo que se refiere al programa español, ahora tenemos una misión técnica en Madrid discutiendo con las autoridades españolas de la Comisión en contacto con el BCE, la Autoridad Bancaria y el Fondo Monetario Internacional y trabajando en la redacción de un memorándum de entendimiento en los próximos días, trabajando intensivamente», indicó el portavoz comunitario O'Connor.
En caso de que la decisión sobre la compra de deuda se adoptase mediante el procedimiento de urgencia previsto en el MEDE y que rebaja al 85% el apoyo necesario, Finlandia y Holanda no tendrían suficiente peso para bloquearla ya que su voto equivale solo a un 1,8% y un 5,7% del total.
El anuncio de Finlandia hizo que la prima de riesgo española repuntase ayer con fuerza hasta los 486 puntos básicos, con lo que superó por primera vez a la de Irlanda (483). Al cierre de la sesión, la rentabilidad del bono español a diez años se situó en el 6,375 %.
El Gobierno francés tendrá que ahorrar entre 6.000 y 10.000 millones de euros suplementarios en 2012 y otros 33.000 millones más en 2013 para respetar sus objetivos de déficit, según un informe publicado ayer y elaborado por el Tribunal de Cuentas, a petición del Ejecutivo. Se trata del informe que el ejecutivo de Jean-Marc Ayrault, bajo la presidencia de François Hollande, utilizará como hoja de ruta en materia de política económica.
El estudio señala que el esfuerzo presupuestario necesario será «de la misma amplitud que el realizado por Francia en la víspera de la entrada en la zona euro», entre 1994 y 1996.
El ajuste presupuestario propuesto por el Tribunal de Cuentas para 2012 está en línea con el que había asumido ya el nuevo Gobierno, que recientemente había mencionado una horquilla de entre 7.000 y 10.000 millones de ahorro suplementario.
Para alcanzar el compromiso de reducir el déficit galo hasta el 4,5% en 2012 y al 3% en 2012, el Tribunal de Cuentas considera «difícilmente evitable» no elevar, aunque sea temporalmente el IVA o el CSG, que tasa parte de los ingresos y contribuye a financiar la Seguridad Social.
Actualmente, el tipo general del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es del 19,6 % y el expresidente Nicolas Sarkozy pretendía elevarlo al 21,2%, algo a lo que se opuso Hollande durante la campaña electoral.
El escenario que contempla el informe se basa en la hipótesis de un crecimiento económico del 0,4% en 2012 y del 1% el próximo año. GARA
LAB denuncia que la investigación de «la trama para robar dinero público a la Hacienda de Gipuzkoa» no llegue hasta sus últimas consecuencias y finalice en Txema Bravo, imputado en el caso de la Hacienda de Irun y hermano de Víctor Bravo.