ELECCIONES EN MÉXICO
El PRI reivindica su victoria doce años después de ser descabalgado del poder
El PRI proclamó su vuelta al poder después de doce años en la oposición, tras ganar las elecciones presidenciales de México. Enrique Peña Nieto anunció que será el nuevo presidente mexicano y rechazó que haya un «regreso al pasado», en referencia a las siete décadas de poder absoluto y del PRI, que lo convirtieron en sinónimo de corrupción. El candidato izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, advirtió de que hay que esperar a los resultados oficiales.
GARA | MÉXICO D.F.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 71 años y se convirtió en sinónimo de un poder absoluto sustentado en la corrupción y el caciquismo, ha vuelto al poder después de 12 años en la oposición.
Su candidato, Enrique Peña Nieto, obtuvo el pasado domingo el 38,02 % de los sufragios en los comicios presidenciales, (18,1 millones de votos), según datos preliminares del Instituto Federal Electoral (IFE), lo que supone más de 6 puntos porcentuales de diferencia con su más inmediato seguidor, el candidato de la izquierda, Andres Manuel Lopez Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que el IFE le asignó el 31,73 % de los votos (15,1 millones). En tercer lugar se situó la aspirante del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, con el 25,45 % (12,1 millones) y en último lugar figura el candidato del Partido Nueva Alianza (Panal), con el 2,3 % (1,1 millones de votos).
En la elección presidencial el índice de participación se sitúa en torno al 63,17 %, superior al 60 % esperado.
En cuanto a las elecciones legislativas, la prensa mexicana adelantó que la Cámara baja estará dominada por el PRI, con 232 de los 500 escaños, por delante del PRD, con 140, el PAN, con 118, y Panal) con 10 diputados. Los 128 asientos del Senado tendrían como primer partido de la cámara al PRI, con 57 escaños, seguido del PAN, con 41, el PRD, con 29, y el Panal con uno. En cualquier caso, el IFE no ofrecerá resultados oficiales hasta el miércoles. El PRI no esperó para proclamar su victoria. Lo hizo con tan solo los sondeos a pie de urna, aunque su candidato aguardó a la publicación del primer «sondeo rápido» del IFE. «Asumo el mandato que los mexicanos me asignaron» proclamó el candidato del PRI. Para alejar el fantasma de las siete décadas de «dictadura perfecta», Peña Nieto aseguró que «somos una nueva generación, no hay regreso al pasado».
Y casi tan rápido como Peña Nieto en proclamarse vencedor fue el presidente saliente, Felipe Calderón, en felicitarle, y ofrecerle su colaboración para la transición del poder, que durará cinco meses. Su partido, el PAN, asumió la «derrota mayúscula», provocada, según los analistas, por haber desperdiciado una oportunidad histórica de marcar diferencias con el PRI. En lugar de ello se sumió en el mismo ambiente de corrupción, además de desencadenar una ola de violencia en su guerra contra el narcotráfico que ha dejado más de 60.000 muertos.
López Obrador espera
Por su parte, el candidato de la coalición de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que esperaría hasta conocer los resultados oficiales, ya que los primeros datos ofrecidos no coincidían con los suyos. «Aún no está dicha la última palabra», afirmó López Obrador, dirigente del PRD. «Es fundamental tener un recuento de todos los datos (...) Vamos a esperar a tener toda la información», agregó.
El candidato de la izquierda mexicana, que nunca reconoció el resultado oficial de las últimas elecciones presidenciales, en 2006, en las que denunció constantemente ser víctima de un fraude cuando solo 0,56 puntos porcentuales le separaron de la residencia presidencial de Los Pinos, hizo estas declaraciones cuando el IFE cantó la victoria de Peña Nieto con la muestra de 7.500 mesas de votación de las 143.000 que se instalaron en todo el país. López Obrador afirmó que «el proceso careció de la equidad que establece la Constitución».
«Hay un proceso legal establecido que consiste en llevar a cabo un escrutinio. Y el miércoles próximo se tienen que revisar todas las actas y conocer los resultados», declaró el líder de la izquierda mexicana. «Vamos a conocer ese resultado para fijar una posición definitiva», insistió. «No descalifico, No hay todavía los datos. Hay que tener el escrutinio legal», recalcó.
No esperaron a los resultados oficiales los líderes europeos o el presidente de EEUU, Barack Obama, que enviaron sus felicitaciones e invitaciones a estrechar relaciones y visitar otros países, antes incluso de la confirmación del triunfo.
Manifestación de Yosoy132
El movimiento juvenil mexicano Yo soy 132 denunció la prisa por anunciar la limpieza de las elecciones, ya que aseguró haber detectado «un gran número de anomalías, delitos electorales y hechos violentos» a través de más de 3.000 observadores desplegados en los comicios del domingo.
«Es muy curioso ver que las declaraciones oficiales hablan de una elección de la que no tuvimos referencia para nada, una elección transparente, tranquila, en paz, ordenada», dijo Antonio Attolini, uno de los portavoces del grupo, que convocó una marcha de denuncia en la capital. Al final de la jornada electoral, el movimiento aseguró en un comunicado que «las autoridades no garantizaron la legalidad ni respondieron conforme a sus obligaciones ante las denuncias. La jornada electoral no estuvo libre de irregularidades y anomalías y no se desarrolló en un ambiente de paz y legalidad, necesario para realizar el voto libre y razonado».
Uno de los primeros en felicitar a Peña Nieto fue el candidato presidencial de la oposición venezolana Henrique Capriles, quien el 7 de octubre se enfrentará en las urnas al presidente Hugo Chávez, y apostó por «fortalecer nuestras relaciones con México y su nuevo Gobierno».
La Fiscalía Especializada para la atención de Delitos Electorales levantó 605 actas e inició 62 investigaciones por presunta compra de sufragios, coacción a votantes, y actos de proselitismo y recibió decenas de denuncias por irregularidades menores.
La violencia ligada a la lucha militarizada contra el narcotráfico que desató su predecesor y el aumento de la pobreza son los principales desafíos a los que deberá hacer frente el futuro presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. La estrategia del actual jefe de Estado, Felipe Calderón, ha supuesto más de 60.000 muertes.
Sobre Peña Nieto planea la cuestión de si va a modificar esta estrategia y restablecer la paz social en las zonas más golpeadas por la violencia. Para Javier Oliva, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se trata de algo urgente que no puede esperar más de un año. «México necesita recuperar el camino de la paz, el crecimiento económico y el combate a la pobreza», reconoció Peña Nieto. Admitió que la estrategia seguida en la lucha contra el narcotráfico «no ha tenido los resultados deseados, y la sociedad espera resultados inmediatos, de corto plazo» y añadió que «no habrá pacto ni tregua con el crimen organizado», frente a los rumores de una posible negociación para clamar las cosas. Además, los doce años de gobierno del PAN han hecho crecer la pobreza hasta el 46% de la población según cifras oficiales. Peña Nieto quiso dar a su campaña un tono social con la propuesta de un sistema universal de protección social y reformas en el sistema de impuestos. Igualmente, tiene el reto de situar a México en las cifras de crecimiento de países emergentes, como Brasil o Argentina, ya que, aunque crece, lo hace de forma débil y muy dependiente del mercado exterior, sobre todo EEUU. GARA
El candidato de la coalición de izquierdas formada por el Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, Miguel Ángel Mancera, ganó las elecciones del domingo a la alcaldía de Ciudad de México con una amplia mayoría. Según los últimos datos del Programa de Resultados Electorales Parciales del Distrito Federal, el candidato izquierdista ganó con el 63,64 % de los sufragios. «No les voy a fallar», dijo el candidato en una breve conferencia de prensa en la que se comprometió a seguir aplicando políticas en beneficio de la ciudadanía. El PRD conserva así su feudo en la capital mexicana y consigue además, según los resultados preliminares, gobernar en la mayoría de las 16 demarcaciones en las que se divide la ciudad. Después de Mancera se sitúa la candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde (PV), Beatriz Paredes, con el 19,47 % de los votos.
A continuación está la activista Isabel Miranda de Wallace, abanderada del Partido de Acción Nacional (PAN), con el 13,9 % de los votos, y a mucha distancia queda la candidata del Partido Nueva Alianza (Panal), Rosario Guerra, con el 1,19 %.
Mancera sucederá así al actual alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, y su victoria permite que el Distrito Federal siga siendo un bastión de la izquierda mexicana, desde que en 1997 se impuso en los comicios locales el político Cuauhtémoc Cárdenas, quien también fue candidato a la Presidencia del país en 1988, 1994 y 2000.
Por otro lado, sobre los estados en disputa, el PRI obtiene de acuerdo con los resultados provisionales Chiapas, con Manuel Velasco; Jalisco, con Aristóteles Sandoval, y Yucatán, Rolando Zapata Bello. El PRD se quedaría además del Distrito Federal, con Morelos, con Graco Ramírez, mientras que el PAN continuaría gobernando Guanajuato de la mano de Miguel Ángel Márquez. GARA
El representante de la izquierda abertzale Asier Altuna participa como observador junto a más de 900 representantes internacionales del PT brasileño, del FSLN de Nicaragua o de la Marcha Patriótica de Colombia.