El vencedor de la etapa, Peter Sagan (Liquigas), no solo se mostró suelto a la hora de celebrar su segunda victoria en el presente Tour. También lo hizo después, en el momento de dar sus impresiones acerca del último sprint que le llevó al cielo.

«A Forrest Gump, cuando le decían que corriera, corría sin parar. A mí, cuando me dicen que gane, gano». Así hablaba el eslovaco minutos después de atravesar en cabeza la meta de Boulogne-sur-mer imitando una carrera del personaje popularizado por Tom Hanks.

Y las celebraciones no acabarán. «Me gustaría hacer como Valentino Rossi, que cada vez que ganaba una carrera hacía algo especial. Todo el mundo quería que ganara para ver qué hacía. Pues yo quiero hacer lo mismo», indicó Sagan.

Por el momento, el eslovaco se afianza como el ciclista más regular, líder de la clasificación por puntos que le da derecho cada mañana a vestirse con el jersey verde, una prenda que le gustaría llevar hasta París. «Ese es ahora mi objetivo. Creo que puedo lograrlo», afirmó agachando la cabeza, avergonzado quizá por poder ser considerado como alguien arrogante.

Alabanzas de «Samu» a Sagan

Lo cierto es que el joven eslovaco se está llevando todos los elogios de la ronda gala. Algunos de ellos provinieron de Samuel Sánchez (Euskaltel), quien admitió que Sagan «es un superdotado y lo demuestra en cada carrera. Algún día podremos decir que hemos corrido con él».

Respecto a la jornada sobre la bicicleta, reconoció que «estoy contento por haber terminado la etapa sin perder tiempo, el objetivo era ese. Me quedé cortado dos veces del pelotón y cruzar la meta sin daños físicos ni de tiempo es un éxito».

De hecho, el asturiano tuvo que superar un problema en su bicicleta, lo que le hizo perder los nervios con el coche de asistencia: «He tenido problemas con el cambio y no me entendían nada en castellano, no veían mi problema, por lo que me he alterado un poco. Eso es algo normal en esa situación».

Aunque, sin duda, uno de los mayores protagonistas entre los vascos fue Rubén Pérez (Euskaltel), integrante de la escapada del día. Al término de la etapa señaló que «el esfuerzo ha sido muy grande. Pensábamos que hoy [ayer] era un día en el que la fuga podía llegar, con carreteras sinuosas, difícil para organizarse. Pero desgraciadamente, ha pegado mucho viento de cara, eso desgasta mucho y he llegado castigado a la parte final».

De cara a este Tour, Pérez es optimista y siente que «habrá más oportunidades por delante. Lo principal es arropar a Samuel, pero también tenemos que aprovechar las oportunidades que surjan para brillar en carrera y tratar de disputar alguna etapa. Ahora toca recuperar y seguir trabajando».

Por último, el australiano Cadel Evans afirmó que tanto él como el equipo BMC «empiezan a encontrar sus hábitos» de cara a renovar el triunfo en el Tour conseguido el año pasado.