Azkuna modifica las normas urbanísticas para impedir la instalación de mezquitas
Tras la campaña de tinte racista y xenófobo impulsada por el PP contra la apertura de dos mezquitas en los barrios de Basurto y Zabala, tal y como habían avanzado, el equipo de Iñaki Azkuna modificará el Plan General para prohibir centros de cultos en edificios residenciales.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
El delegado de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, el edil jeltzale Ricardo Barkala, anunció ayer las dos modificaciones que el Consistorio bilbaino pretende introducir en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para regular la apertura de nuevos centros de culto. La excusa fue la presentación el martes al Consejo Asesor de Planeamiento de la restricción de abrir esas infraestructuras religiosas en los bajos de edificios de viviendas, lo que sin duda perjudica principalmente a las mezquitas.
El concejal del PNV dijo ayer que con esa regulación pretenden «conciliar de la mejor manera posible el ejercicio de la libertad religiosa con una adecuada convivencia» de los centros de culto con su entorno social. La principal novedad es que esas instalaciones podrán situarse en inmuebles de uso terciario, productivo o equipamental, no comunitario, con lo que se niega en la práctica a sus promotores instalarlos en espacios céntricos de la capital vizcaina, llevándolos al extrarradio o a lugares de pabellones.
El 27 de octubre de 2011, el Ayuntamiento acordó suspender el otorgamiento de licencias para este tipo de instalación, lo hizo después de la campaña desatada por grupos de vecinos -arropados por el PP- para que no se abrieran sendas mezquitas en las calles Pablo Alzola y Concepción, en los barrios de Basurto y Zabala. Entonces, Barkala avanzó que una comisión técnica trabajaba en la redacción de una ordenanza, aunque no desveló más detalles.
Desde Bildu, la edil Ana Etxarte denunció que bajo las supuestas razones técnicas se escondían «motivaciones racistas y xenófobas». Colectivos sociales advirtieron del impulso «racista» de las movilizaciones vecinales contra las mezquitas y de la complacencia mostrada por el Ayuntamiento, con su alcalde al frente.
Será en septiembre, según Barkala, cuando el Consejo dictaminará esa modificación que la Junta de Gobierno que preside Azkuna tiene previsto refrendar inicialmente en octubre. La fecha de su aprobación definitiva en el pleno municipal dependerá, «en buena medida», tal y como precisó Barkala, del anteproyecto de ley y reglamento en el que trabaja el Ejecutivo autonómico en esta materia.
En una visita a la mezquita Assalam, en Bilbo, la consejera de Justicia y Administración Pública, Idoia Mendia, manifestó que Lakua tratará de regular los centros religiosos «en términos de neutralidad, con la única finalidad de facilitar el ejercicio del culto, preservar la seguridad y salubridad de los locales, y salvaguardar los derechos de terceras personas».
Mientras, los vecinos que se oponen a las mezquitas siguen movilizándose, esperando a que el PNV cumpla su palabra de ponerles «trabas legales».
Colectivos vienen denunciando el distinto rasero que muestra el alcalde hacia la Iglesia católica y otros credos. Le acusan de «ensalzar» a la primera y poner trabas, «cargadas de prejuicios, a religiones diferentes a la suya».