El Instituto Federal Electoral (IFE) de México desestimó ayer la posibilidad de ordenar un recuento total de los votos de las elecciones del pasado domingo, solicitado por la izquierda, y dejó la decisión en manos de los consejos electorales de cada distrito.

El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés, recordó, que la ley establece las razones para hacer un recuento de votos en los consejos de los 300 distritos electorales repartidos por todo el país, entre ellas, que «la diferencia entre el primero y segundo lugar sea igual o menor a un punto porcentual y el segundo lugar solicite el recuento».

También cuando los votos nulos son iguales o mayores a la diferencia de votación entre el primero y el segundo lugar, cuando hay evidencias de alteración y cuando todos los votos fueron por un solo partido político en cada mesa electoral.

Aunque en un principio, según estas normas, el IFE anunció la revisión de un tercio de los votos, finalmente, más de la mitad devolverán a contarse de nuevo.

Se recuenta el 54,5%

El secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo, informó de que el 54,5 % de los paquetes electorales, que corresponden a 78.012 mesas de votación, «con toda seguridad se van a abrir y recontar».

Eso supera con creces la previsión inicial de entre 45.000 y 50.000 mesas de votación, o la tercera parte de los votos que había previsto este organismo.

«Con mucho, se trata del ejercicio de apertura, transparencia y máxima publicidad más grande en la historia electoral del país», afirmó el secretario ejecutivo del IFE.

Además, informó de que en la elección para senadores volverán a contarse los votos en el 61,3 % de las mesas de votación, y en la de diputados federales, el 60,3 %.

Los nuevos datos, sin embargo, quedarán pendientes de las impugnaciones que puedan presentar los partidos políticos, y que tendrán que ser resueltas en los tribunales electorales. Hasta el momento, los únicos datos sobre las elecciones son las cifras preliminares anunciadas el pasado lunes y que dan la victoria al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, con el 38,14 % de los votos.

El recuento, no obstante no corresponde a la demanda del candidato de una alianza de tres partidos izquierdistas encabezada por el PRD, Andrés Manuel López Obrador, que quedó en segundo lugar en ese dato preliminar, con el 31,64 % de los votos, y que exigió que el IFE hiciera un recuento total de sufragios.

El líder del PRD pidió a las autoridades electorales que se «limpie» la elección presidencial del domingo a través del recuento total de los votos, tal «como lo establece la ley», y aclaró que no demanda la anulación de los comicios. «Por el bien de la democracia, por el bien del país, deben contarse todos los votos para que no queden dudas», afirmó Andrés Manuel López Obrador.

«Vamos a hacer uso del derecho que tenemos de conformidad con la ley para pedir que se limpie, se transparente la elección», insistió.

Quien fue su jefe de campaña, Ricardo Monreal, anunció la entrega formal de la petición del nuevo escrutinio y cómputo de las 143.132 casillas que se instalaron para la elección de presidente. Dijo que hay fundamento legal para dicha solicitud, pues ya han detectado «algún tipo de inconsistencias» en 113.855 mesas electorales, y «todavía se está trabajando» en el resto de los puestos de votación para documentar otras inconsistencias técnicas.

La misma solicitud se ha trasladado a los distritos electorales, donde hoy comenzará el cómputo oficial, que se prolongará por varios días.

«No es pedir ningún favor, es solicitar que se cumpla lo que está en la ley», afirmó López Obrador. «Estamos actuando de manera responsable, de acuerdo con la legalidad», insistió el dirigente, quien hizo un llamamiento para que «no se sigan cometiendo violaciones en la elección».

El líder de la izquierda acusó al candidato vencedor en los resultados preliminares, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de actuar de una forma «totalmente inmoral» y de ser un «impostor» por la compra de votos y haber rebasado el límite legal de gasto.

Peña Nieto respondió negando que el PRI haya comprado votos e insinuando que los vídeos donde se ve a personas comprar con las tarjetas de débito que supuestamente repartió esta formación a cambio de votos son un montaje. «¿Quién te dice que estos vídeos no son armados por los propios adversarios? ¿Qué credibilidad tienen?», preguntó Nieto en una entrevista en la BBC.

Protestas de Yo Soy 132

Las denuncias contra la forma en que se desarrollaron los comicios también llegaron desde el movimiento juvenil Yo soy 132, que llevó a cabo una toma simbólica de la sede del IFE en la capital mexicana, para denunciar las numerosas irregularidades que se produjeron durante las elecciones.

Un grupo formó una barrera humana con la que mantuvo bloqueados los principales accesos a la sede electoral con la intención de no irse de allí hasta que las autoridades acepten reunirse con ellos.

La Policía de la capital mexicana se desplegó en torno al IFE donde la protesta duró unas 20 horas. El portavoz de la Asamblea Interuniversitaria de YoSoy132, Antonio Attolini, se desvinculó del bloqueo y aclaró que el movimiento no había convocado ésta ni la manifestación celebrada el martes, sino que simplemente se limitó a participar en ellas, por lo que consideró que se trató de una reacción espontánea de la sociedad civil.

Por su parte, el expresidente colombiano César Gaviria, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en México, echó una mano al PRI al defender el proceso electoral.

Gaviria aseguró que México tiene «el sistema electoral más robusto y confiable de toda América Latina» y que «muchos de los problemas que suscitaron dudas o preocupaciones o temores (en las elecciones presidenciales de) hace seis años se han corregido de manera fundamental».