En el corazón de Irati, a caballo del cordal del Pirineo vasco, se encuentra una característica montaña, abultada y fácil de ver desde ambos lados de la cordillera. Conocida por Okabe, en las cercanías de su cumbre se conserva en el paraje de Illarrita el más espectacular conjunto de cromlech de Euskal Herria, en un lugar abierto, lejos de los densos hayedos que dan fama al Irati.

A esta mítica necrópolis prehistórica se puede llegar desde varios caminos, desde el collado de Burdinkutzeta, de la ermita de Xalbatore (s.XII-XIII) por los flancos de Soroberri o desde Mendibe y Orbaitzeta por Irabia. Estas últimas poblaciones fueron utilizadas por los aviadores aliados caídos en el norte de Francia y Bélgica durante la II Guerra Mundial, ayudados por las redes de la resistencia francesa durante la ocupación nazi.

La travesía desde Mendibe hasta alcanzar Orbaitzeta era dura y peligrosa con caminos de contrabando y de pastores. No en vano los supervivientes de aquellas gestas dejaron constancia de este paso en busca de la libertad, en una placa en la ermita de Xalbatore, con unas agradecidas palabras en euskera y francés hacia los habitantes del País Vasco por su ayuda.

La excursión la iniciaremos en Iratisoro, en el gran aparcamiento situado poco más abajo del lago para continuar bajando por el carretil que nos llevará hasta el Chalet de Pedro, formado por un bonito complejo hostelero disimulado entre el arbolado del bosque. A la derecha veremos un indicador y las marcas del GR 10 y amarillas que nos llevarán por el interior del bosque, tras una sinuosa y constante subida hasta salir a un amplio rellano herboso (1.341 m.) Antes habremos dejado a la derecha el desvío que tomaremos al regreso para bajar al inicio de la excursión.

De aquí veremos enfrente y cercana la cumbre de Okabe, con sus característicos roquedos de conglomerado. El camino se desdobla debiendo seguir por el de la izquierda hasta situarnos bajo los roquedos, donde hay un viejo cartel de madera donde pone Okabe, enmarcado por grafía vasca y una pequeña ikurriña.

Tras contornear el roquedo por la derecha alcanzaremos el lomo cimero y la inapreciable cumbre de Okabe, sin referencia alguna (1.456 metros). La panorámica se nos abre espectacular en todas las direcciones, con horizontes dispares, desde las montañas de Erronkari y Anso, donde destaca sobre la plataforma caliza de Larra, la solitaria pirámide de Auñamendi, hasta las onduladas montañas de Lapurdi, pasando por las airosas cumbres de Barazea, Ezkaurre, la cima del Ori omnipresente sobre el mar de bosques de Irati, Elke, Orzanzurieta, Urkulu, las montañas de Arbaila, el cercano cordal de Eskalerak, el valle de Garazi...

De la cumbre bajaremos hacia el visible altiplano herboso de Illarrite, siguiendo los jalones del sendero GR 10, hasta el desvío que lleva a Esterenzubi de este célebre sendero, que une los mares Cantábrico y Mediterráneo, estaremos ante uno de los vestigios prehistóricos más importantes de Euskal Herria.

Se trata de un espectacular conjunto de quince cromlech, ocho de ellos encadenados en dirección norte-sur. En total en esta zona hay veintiséis monumentos funerarios que atestiguan en este lugar la existencia de un primitivo pastoreo.

En este lugar, ante semejante número de círculos de piedras, el espíritu se resiente con emoción adivinar la vida de los ancestros vascos. En el horizonte oriental de la meseta preside este lugar un emergente pico de Ori, esbelta figura que da aún más si cabe un aire de misterio a este plácido lugar, solo roto por el pausado tintineo de las esquilas del ganado.

Visitado este lugar, retomaremos las señalización del GR 10 hasta alcanzar nuevamente el viejo panel situado bajo el roquedo cimero, para ponernos a llanear por el rellano herboso y poder iniciar más tarde la bajada hacia el fondo del barranco, de nuevo ya bajo la tupida techumbre de las hayas.

Una vez en el desvío de la izquierda que nos llevará por otro itinerario, dejaremos las marcas blanco/roja para seguir las amarillas de una ruta de BTT, bajando por los flancos de la montaña. Antes de desembocar sobre el carretil del collado de Surzai, girar a la derecha para continuar por una pista por la orilla izquierda de la regata hasta salir a unas casas a la altura del aparcamiento de Iratisoro.