Las fiestas grandes de Iruñea se hermanaron ayer con las Fallas de València. Es el cuarto Jai Day que organiza Kukuxumusu, que ya ha atado lazos entre los sanfermines y la tomatina, la Oktoberfest de Munich y el festival Mardi Gras de Nueva Orleans. Este año, ha sido la afición al fuego y los petardos valencianos lo que ha conquistado a la empresa navarra. Como siempre, Kukuxumusu se integró cogiendo lo mejor de las fiestas del País Valencià: una falla, una mascletá y un par de paellas elaboradas por un auténtico artista, Rafael Vidal, que en sus libros ha sentado la receta para elaborar una paella que merezca una denominación de origen.

Música para amenizar

La música para la fiesta quedó a cargo de la Casa Valenciana en Nafarroa. Patxi Cobos, de Gares pero valenciano de adopción, era uno de los instrumentistas que participaron del evento, como integrante de la Banda Sinfónica Sinfónica de la casa regional. «Lo de los ninots son gustos. Yo en eso soy simple, cuanto más grandes sean más me gustan», comenta Cobos. Junto a él, aún se levantaba un toro azul de kukuxumusu pisoteando a un corredor del encierro. No obstante, a la figura de cartón-piedra le quedaba poco tiempo de vida, porque en cuanto se escondió el sol empezó a arder.

El autor del ninot también es una leyenda fallera. Se trata de Vicente Tornador, que tiene su taller en Burriana. «Lo más complicado ha sido ser fiel al dibujo original. Al ser una imagen muy definida, te deja poco a la improvisación», explicó el maestro fallero.

La fiesta, donde la cerveza y la paella eran gratis, se celebró a pocos metros de Alde Zaharra, en la plaza que colinda con el Auditorio Baluarte. Como no podía ser de otra forma, acabó con fuego y petardada, con una monumental mascletá.