Morsi reta a los militares y anula la disolución del Parlamento
El nuevo presidente egipcio, Mohamed Morsi, ha anulado la disolución del Parlamento decidida por el Tribunal Constitucional y que había facilitado a la junta militar hacerse con el poder legislativo. A través de un decreto, Morsi insta a la Cámara a volver a ejercer sus funciones y convoca elecciones 60 días después de que se apruebe la nueva Constitución.
GARA | EL CAIRO
El nuevo presidente egipcio, el islamista Mohamed Morsi, anuló ayer por decreto la disolución del Parlamento que había decidido el Tribunal Constitucional e instó a la Cámara a reunirse de nuevo y ejercer sus funciones. El decreto presidencial prevé «la organización de elecciones anticipadas para la Cámara 60 días después de que se apruebe en referéndum la nueva Constitución del país y se adopte una nueva ley que regule el Parlamento», según la agencia Mena.
La medida supone un desafío a la junta militar que se atribuyó las funciones legislativas cuando el Parlamento, dominado por los grupos islamistas, fue disuelto aplicando una resolución de los tribunales que lo declararon ilegal. El Constitucional invalidó las elecciones legislativas que se celebraron en enero y en las que la mitad de los votos fueron para el partido de los Hermanos Musulmanes y una cuarta parte para los salafistas.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), la junta militar que gobierna Egipto desde la caída de Mubarak fue acusada de haber orquestado la decisión de los tribunales para adjudicarse el poder legislativo y denunciaron un «verdadero golpe de estado».
A la vez limitó varias de las funciones del presidente solo unas horas antes de que comenzara la votación para elegirlo. El pasado 30 de junio, el islamista Morsi, candidato de los Hermanos Musulmanes juró el cargo de presidente de Egipto ante el Tribunal Constitucional tras vencer en las elecciones y asumió el poder.
El Constitucional responde
El Tribunal Constitucional reaccionó con un rechazo contundente de la decisión del presidente y convocó para hoy una reunión de emergencia.
El juez Tarek Shebl, miembro de la Asamblea General del Tribunal, dijo al diario «Al Ahram» que la resolución de Morsi representa un «intento de eludir» el dictamen del Constitucional. «Las sentencias del Alto Tribunal Constitucional son vinculantes para todas las autoridades estatales. La decisión de restablecer la Asamblea Popular no cambia los fundamentos del Tribunal con respecto a la inconstitucionalidad de la Asamblea», afirmó Shebl, que llegó a afirmar que cualquier ley promulgada por el parlamento una vez restablecida la Cámara «se consideraría inconstitucional».
Morsi no ha esperado a que se aclaren las dudas sobre la aplicación del fallo. Estaba previsto que hoy mismo el Tribunal Supremo Administrativo fallara sobre la competencia o no del Constitucional para ordenar la disolución de la Cámara Baja y está pendiente que la Justicia se pronuncie también sobre el futuro de la cámara alta.
También el CSFA mantuvo una reunión de urgencia encabezado por su presidente, el mariscal Husein Tantawi, pero su posición todavía no se había hecho pública entrada la noche en Egipto.
El presidente del Parlamento, el islamista Saad Katatni, valoró la resolución de Morsi porque representa «el respeto de la soberanía de la ley y de las instituciones». Anunció que la Asamblea ejercerá sus funciones legislativas «a partir de las próximas horas».
Por su lado, Mohamed Nur, portavoz del segundo partido con mayor representación, el salafista Al Nur, insinuó que los militares estarían de acuerdo al señalar que la resolución «evidencia también que la Junta Militar quiere entregar el poder a los representantes del pueblo elegidos».
El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunirá con Mohamed Morsi, el próximo setiembre, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York. La primera visita de Morsi ha sido a Arabia Saudí.