Los liberales libios se atribuyen ventaja en los primeros resultados de las elecciones
GARA | TRÍPOLI
La coalición Aianza de Fuerzas Nacionales (AFN), que reúne a 40 pequeñas formaciones en torno a personalidades conocidas por su presencia en los organismos que gestionaron la revuelta libia -como Mahmud Jibril- afirmaron ayer ir en cabeza en el recuento de votos de las elecciones legislativas celebradas el sábado. «Según las primeras informaciones recibidas, la coalición esta en cabeza en la mayor parte de las circunscripciones electorales», declaró a France Press Faisal al Krekchi, secretario general de la AFN, aunque prefirió esperar a los resultados definitivos antes de dar mayores precisiones.
El líder del Partido de la Justicia y la Construcción (PJC), ligado a los Hermanos Musulmanes, Mohamed Sawan, reconoció «un claro avance» en Trípoli y Bengasi de la AFN.
Si los resultados oficiales, que se conocerán hoy o mañana, confirman esa tendencia, Libia sería la excepción en su entorno, en el que, como en Túnez o Egipto, los partidos islamistas -mejor organizados y con una eficaz red de apoyo social- han conseguido el poder tras las revueltas que acabaron con sus regímenes.
El jefe de la Comisión Electoral, Nuri al-Abbar, insistió en que este organismo «no es responsable de cualquier declaración sobre los resultados al margen de la Comisión». La tasa de participación fue del 62% según los resultados preliminares anunciados en al noche del domingo por la Comisión.
«Sea cual sea el resultado, el pueblo libio sale ganando» declaró al Abbar el sábado a pesar del boicot en el este del país por parte de grupos federalistas, que impidió la apertura de varios colegios electorales. Ayer, los libios seguían votando en estos colegios que fueron objetivo de sabotajes con robos y quema de material electoral. En uno de los incidentes, en Ajdabija, murió una persona tras un enfrentamiento armado.
Los federalistas reclaman una representación paritaria de las regiones en la asamblea y llegaron a paralizar la salida de petróleo con el bloqueo de varios puertos. Las instalaciones de estos puertos estaban ayer ya en funcionamiento. El nuevo gobierno tendrá que lidiar, además de con las exigencias secesionistas del este del país, con el poder de las tribus y de las decenas de milicias que se niegan a desarmarse y controlan sus respectivos territorios al margen de la autoridad de Trípoli.