La Diputación de Gipuzkoa abrirá un expediente disciplinario al que fue jefe de la oficina técnica de esta institución, Rufino Eizagirre, imputado en el «caso Glass Costa Este Salou», e iniciará una investigación interna para depurar las posibles «responsabilidades políticas».

La portavoz foral, Larraitz Ugarte, señaló ayer tras el Consejo de Diputados que las presuntas incompatibilidades en las que incurrió Eizagirre, que actualmente trabaja como funcionario en la Diputación en el área de Cultura, son consideradas un «hecho muy grave» por lo que podría enfrentarse a sanciones entre las que no descartó el cese.

Eizagirre, que ocupó su puesto en la oficina técnica durante el mandato del diputado general Joxe Joan González de Txabarri (PNV), es uno de los imputados en el «caso Glass Costa», junto con el exsenador del PNV y exdirector de Hacienda, Víctor Bravo.

Esta constructora catalana que da nombre al caso pudo acogerse a beneficios del Impuesto de Sociedades de Gipuzkoa al establecer en Donostia una sede ficticia aunque estaba asentada en Salou.

2 millones de euros

Ugarte subrayó ayer que esta actuación supone un «fraude a la Hacienda» guipuzcoana que «dejó de percibir por 2 millones de euros» y añadió que «además de las cuestiones penales habrá que depurar responsabilidades políticas».

La apertura de la investigación responde a la orden dada por el TSJPV, tras admitir un recurso del sindicato LAB, para que la Diputación iniciara «actuaciones inspectoras» y, en su caso, un expediente sancionador .