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«En Lezama no se trabaja para que ganes, sino para que mejores»

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Eduardo Docampo

Nuevo técnico del fútbol base del Rubin Kazan

Profesor de Educación Física, 38 años, desde hace cinco formaba parte del plantel de técnicos de Lezama, donde ha dirigido a alevines y esta última temporada al cadete A, además de segundo en el Juvenil de División de Honor. Este viernes parte hacia Kazan, a integrarse en la cantera de Rubin.

Joseba VIVANCO

Tras proclamarse hace un mes campeón de la Nike Cup estatal y clasificarse para el Mundialito de clubes de categoría cadete en Shanghai, a finales de julio, su técnico, Edu Docampo, escribió en su twitter: «No importa el qué, sino cómo lo hemos conseguido». Entrenador apreciado por todos aquellos chavales que han pasado por sus manos en Lezama, este viernes deja atrás el Athletic, su localidad Etxebarri y vuela a Kazan, al fútbol base del equipo tártaro del Rubin, donde se hará cargo del equipo de chavales de 16 años, pero también trasladará a aquel fútbol sus conocimientos.

¿Cómo se ha embarcado en esta aventura de entrenar en Kazan?

Entiendo que desde una necesidad del Rubin de mejorar su fútbol base han decidido buscar entrenadores fuera y allí está trabajando Sergio, un amigo mío que conocí en Madrid hace unos años, y me ofreció hace un mes irme para allá.

¿Sorpresa total?

Vamos, me quedé alucionado, porque no me esperaba esa llamada, que me dijera `vente para aquí'. Él sabe que me gusta mucho el fútbol, sabe que el Athletic trabaja bien la cantera...

¿Cuánto le costó decidirse?

Mucho. Mucho pero en el sentido del arraigo. Sí creo, sin embargo, que es una oportunidad de crecer como persona, sobre todo, y como entrenador. Además, me dan la opción de venir una semana de cada cuatro.

¿Porque dejar Lezama cuesta?

Es lo que más me ha costado. En mi trabajo, soy funcionario, he pedido una excedencia, mi familia me apoya... pero Lezama me lo ha dado todo. Estos cinco años allí he crecido mucho como entrenador y ver lo que estaba progresando en Lezama y ver que se puede cortar, es lo que peor se lleva.

Es habitual que La Massía «exporte» entrenadores del fútbol base, pero en Lezama lo que todos quieren es entrar...

Eso me dicen muchos, `¿cómo te vas del Athletic?'. La verdad es que es una decisión dura, pero veo tal oportunidad de crecer... Además, en Lezama lo que he aprendido en estos años es que hay que exponerse para mejorar, como persona y futbolista. En Lezama no queremos tener jugadores protegidos, que hagan solo lo que saben, sino que se expongan. Por eso, con esta decisión veo una manera de salir fuera y verme incómodo, y en esa incomodidad, crecer.

Cinco años en Lezama, ¿qué le ha aportado la experiencia respecto a la idea que tenía cuando llegó?

La idea que la gente de fuera a mí me transmite de Lezama es que vamos, entrenamos dos horitas y ya está, y es totalmente errónea. Allí la gente mete muchas horas, todo el día preocupados en lo que es la mejora del futbolista, en la visión individual del futbolista; es un trabajo durísimo, a la vez que apasionante. Lo que está dentro de los despachos no se ve, hay gente que ayuda a otros, que te dice lo que ve en tu equipo, en ti, preguntando cosas, intentando mejorar... El tema del scouting, de ir a ver partidos... En fin, algo que yo no me esperaba, porque seguramente tampoco tenía esa idea cuando entré.

Porque los propios entrenadores de Lezama también se reciclan. Gontzal Suances me decía que para ustedes también es difícil mentalizarse, para el jugador, pero también para el técnico, de que lo importante no es ganar sino la mejora del jugador.

Claro, porque nosotros tenemos una manera de ver el fútbol que no tiene nada que ver con el trabajo de Lezama. Lo que yo hacía en el Indartsu o cuando yo jugaba al fútbol era todo enfocado al resultado, mientras en Lezama no podemos, porque puede ir en detrimento del futbolista. Lo que un jugador haga bien y le valga en la inmediatez para conseguir un marcador bueno no es suficiente para ser profesional; un jugador que es rápido y se va de todos los rivales de su edad, puede valer para meter siete goles, pero es que solo con velocidad no llega a Primera División. Por eso tenemos que trabajar con él otro tipo de cualidades que puede hacerle que falle y no meta tantos goles, que no consigamos quizá un resultado bueno, pero sí pensar que en un futuro puede jugar arriba.

Fíjate, Ruiz de Galarreta es del 93, Ager Aketxe también, Néstor Salinas creo que también, Guillermo Fernández... futbolistas que deberían haber estado en el Juvenil de Honor de este año y no lo han hecho; imagínate qué paseo hubiese sido para ellos la temporada. Pero no se trata de ganar la Liga de Juveniles, sino de que mejoren jugando en un nivel superior.

Pero, volviendo a la visión que se tiene desde fuera, la gente no se cree eso tan repetido de que en Lezama lo que manda no es el resultado de los partidos... Esta temporada, de casi toda la cantera rojiblanca, solo el cadete que usted dirigía ha quedado primero en su Liga... ¿Eso no preocupa?

Hombre, preocupa porque tenemos una mochila, como decía Gontzal, tampoco nosotros estamos acostumbrados a eso y el verte por debajo... Tienes que tener muy claro que lo importante es la formación del futbolista, que, evidentemente, así conseguiremos también resultados, pero cuando llegas cuesta interiorizarlo. De inicio estás en una situación en la que piensas que te van a valorar por el resultado... ¡Estás en el Athletic y no ganas! Pero no solo por lo que te digan, sino por tu propia mochila. Tú hablabas de reciclarse, pues por eso mismo en Lezama estamos constantemente haciéndonos preguntas, cómo mejorar esto, por qué este chico no me entiende, si soy capaz de hacérselo entender...

Usted ha enseñado, pero ¿qué le han aportado todos los chavales que han pasado por sus manos?

Ellos han sido los que me han enseñado, me han hecho ver situaciones, dirigirme de diferente manera a ellos. Yo he trabajado maneras de dirigirme a ellos, porque antes igual no era consciente de lo que podía suceder con mi manera de actuar y he mejorado mucho, ver que somos todos diferentes y de ahí a cada uno dirigirse diferente. Me han hecho ver que no tengo la razón de todo. Me han hecho crecer muchísimo como entrenador. Solo agradecérselo.

Luego están los padres, la pesadilla de los entrenadores...

Gracias a dios, al menos en Lezama, no tenemos mucha relación con ellos. Cuando te hablo de esta manera de ver el fútbol en cuanto a formación y no resultados chocamos con el resto... Padres, abuelos, madres, amigos, televisión, prensa... Ahí tenemos un mensaje que va en contra del mensaje que nosotros damos a los críos. El mensaje debería ser el mismo para que cale, pero no ocurre. Y ves chavales que se enfadan por perder habiendo hecho lo que tenían que hacer para mejorar, y que están contentos cuando ganan sin hacer lo que tenían que hacer para ser mejores.

Ha entrenado a chavales de diez años, esta temporada ha compaginado la dirección de un cadete con la ayuda en el juvenil de segundo año, ¿qué hay que tener para llegar arriba?

Un futbolista tiene que tener, sobre todo, suerte. Y si hablamos de condiciones, hoy en día para mí, la velocidad. Hoy, ser veloz es fundamental. Y luego, personalmente, dentro de la igualdad que existe, entender el fútbol, resolver en décimas de segundo. Va por ahí.

Por cierto, otro de esos comentarios cíclicos sobre Lezama es que se descarta a los bajitos...

Yo creo que no va por ahí. Va más por ver qué cualidad tiene el chaval: es muy rápido, pues ven, vamos a intentar potenciar otras cualidades; es muy alto, puede jugar de central, vamos a intentar con esta cualidad hacer un buen futbolista. No somos el Barça, que además de ser rápido, pide ser alto y no sé que más porque tiene dónde elegir.

Porque acertar en la primera elección es cada vez más fundamental en el fútbol.

Es que si aciertas con un chaval de diez años, tienes diez años de margen. Pero es muy difícil acertar. No conoces el entorno, puede tener una maduración tardía en cuanto a responsabilidad, otros están más desarrollados... Hay tantos factores. Hablamos de aprendizaje, pero hay críos que no lo entienden, van, solo entrenan, mientras otros están supercomprometidos con su aprendizaje, pero igual luego se va quedando corto en velocidad o va perdiendo lo que tiene, o no va desarrollando como esperas esa cualidad que ha hecho que sea válido para Lezama... Pero no es un problema, sino un reto, el de hacernos cada día mejores captadores.

Y eso en un mercado limitado...

Pues para mí esa característica ha hecho que en Lezama seamos, bueno, ahora ya, sean ellos, los mejores formadores. Hablabas antes de que el Barça exporta entrenadores en la base, pero porque el primer equipo va muy bien, porque los mejores formadores que yo he conocido están en Lezama. Veo a entrenadores en torneos que jugamos y nadie habla como nosotros, nadie forma como nosotros, ellos sí que están preocupados por ganar el torneo, cuando en nosotros no es la principal preocupación. Hemos ganado el torneo cadete de la Nike, pero no era el objetivo, el objetivo era seguir formando jugadores en alta competición, contra el Valencia, el Betis, el Espanyol... La meta era ir allí a competir contra ellos. No se trata de hacer esto para meter gol y ganar, sino hacer esto porque te va a ayudar en tu mejora. Y haciéndolo así hemos conseguido ganar. No hemos ido como otros entrenadores cuyas indicaciones eran todas en función del resultado. Ganamos la Nike Cup, pero en esos momentos te acuerdas de las broncas de la temporada a los chavales, lo que pensarían de ti tus jugadores cuando no entienden porqué les llamas la atención... Y ahora tienen un premio bonito de ir a Shanghai, además, con Joseba Etxeberria con ellos, que supongo será un aliciente más. Por eso digo que en Lezama están los mejores en cuanto a formación.

Recuerdo que Suances me aclaraba que ganar 19-1 también tiene valor para Lezama si cada jugador ha hecho su trabajo.

Exactamente, porque si los chavales se hubieran relajado tras meter los cinco o seis primeros goles, eso sí que hubiera sido no respetar al contrario. Es respetarse a uno mismo y al contrario, porque cada uno ha hecho no lo más fácil sino lo que tenía que hacer. Esos minutos de partido que tienen el fin de semana son muy importantes para un futbolista.

En el juvenil de segundo año habrá palpado ya esa inquietud del futbolista por su futuro.

Sí, vas viendo las cosas que se dice a ese nivel, sus pensamientos, se ponen excusas... Además de la parte estrictamente futbolística, hay que mandarles también otro tipo de mensajes, que ellos esas dificultades que ven las conviertan en reto, porque les asaltan muchas dudas, que si ya no sé qué hacer, que si no consigo esto, que si tal... Y ahí hay una responsabilidad del entrenador, cómo le mandas el mensaje y si eres coherente tú mismo con tus mensajes.

¿Se ve dentro de unos años dedicado a los banquillos?

¡Esa pregunta me la hago, eh! El viernes sé que estaré en Kazan y espero que me vaya bien. Mira, aquí uno se plantea un futuro tranquilo, previsible, que Lezama se terminará un día, pero tengo mi trabajo... Ahora me voy pero yo lo hago con la idea de no volver a mi trabajo en el sector educativo. Nunca he tenido la idea en la cabeza de vivir del fútbol, pero si estoy dos años en Kazan, quién sabe si después de allí termino en Japón, en China o me vengo y sigo con lo que tenía. ¡Vamos a quitarnos la txapela y ver qué hay por el mundo!

El Bilbao Athletic de Cuco Ziganda se presenta hoy, a las 10.00, en Lezama, después de dos días de pruebas médicas y físicas. Entre las novedades que presenta el grupo inicial de 28 jugadores y que se reducirá, están Laporte, Aketxe, Guarrotxena, Magdaleno y Mendigutxia, que saltan desde el Basconia, así como Magunazelai, Jon Etxaniz y Arnaez, cedidos en el Sestao; Mikel Orbegozo, que vuelve del Nastic; y Gorka Eraña, que ha jugado en el Barakaldo

 
 
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