Clinton alaba a los militares egipcios, guardianes de una alianza estratégica para EEUU
Un día después de que departiera con el presidente islamista, Mohamed Morsi, la secretaria de Estado de EEUU regaló los oidos del mariscal Tantawi al destacar que Egipto es un «socio estratégico» para Washington, que seguirá insuflándole 1.300 millones de dólares al año.
GARA |
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, expresó al jefe de la Junta Militar, mariscal Husein Tantawi, el interés de Washington en mantener las actuales relaciones de cooperación con Egipto, que considera «un socio estratégico» en la región.
Un día después de su histórico encuentro con el presidente electo de Egipto, el islamista Mohamed Morsi, Clinton departió durante una hora con el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), el verdadero poder egipcio. Fuentes militares señalaron que, durante la reunión, Clinton y Tantawi revisaron los últimos acontecimientos en el ámbito nacional y regional y los históricos lazos egipto-estadounidenses.
Un responsable del Departamento de Estado aseguró que «han hablado de la transición política y del diálogo en curso entre el CSFA y Morsi».
A la cita, asistieron, además, varios miembros del CSFA y la embajadora de EEUU en este país, Anne Paterson.
Loas al papel del CSFA
Clinton se encargó la víspera, tras su encuentro con Morsi, se alabar el papel de los militares egipcios durante la revolución que acabó con el rais Hosni Mubarak. Contrariamente al Ejército en Siria, «que mata a su propio pueblo, el CSFA protegió a la nación egipcia y ha supervisado unas elecciones libres», aseguró.
Tantawi destacó en el transcurso de la reunión que lo más importante ahora es que Egipto reciba ayuda para superar la difícil situación económica.
Clinton pretende mantener a Egipto como aliado clave en la región y por el momento parece que no va a haber modificaciones en los aproximadamente 1.300 millones de dólares en ayuda militar de Washington que recibe anualmente y en exclusiva el Ejército egipcio.
Además, Washington baraja ofrecer una línea de crédito de 250 millones de dólares para las PYMEs egipcias y el establecimiento de un fondo de 60 millones para enpresas.
Tras la reunión, el mariscal y número dos en Egipto en la era Mubarak reiteró que el Ejército continuará «protegiendo al país», e insistió en que respetan a la Presidencia. «Las Fuerzas Armadas y el Consejo Militar respetan a las autoridades legislativas y ejecutivas», aseguró en un discurso ante militares en la ciudad de Ismailia, para advertir a continuación de que «Las Fuerzas Armadas no permitirán que nadie las desanime en su función de proteger a Egipto y a su pueblo».
No parece pues que hubiera surtido efecto, si es que realmente tuvo lugar, la invitación de Clinton a Tantawi de que el Ejército egipcio asuma «exclusivamente una función de seguridad». Eso es al menos lo qie prometió la víspera que le trasladaría al mariscal y lo que su equipo de prensa volvió a reiterar tras el encuentro.
Democracia y compromisos
Clinton es consciente del pulso que libran los militares, de un lado, y los Hermanos Musulmanes tras el triunfo electoral de estos últimos y con las históricas prerrogativas de los primeros en la agenda.
En el tono prudente que ha caracterizado todas sus declaraciones durante histórica visita, al Egipto postMubarak, la secretaria de Estado de EEUU señaló que «la democracia es difícil (...) Requiere diálogo y compromisos», insistió, para añadir que «nosotros queremos ayudar, pero somos conscientes de que no le corresponde decidir a EEUU sino al pueblo egipcio».
Durante su visita, Clinton ha anunciado su intención de entrevistarse con empresarios, mujeres y representantes de la minoría cristiana (copta). Precisamente durante su encuentro con Tantawi, Clinton «destacó la importancia de proteger los derechos de todos los egipcios, incluidos mujeres y minorías».
El pasado sábado, cientos de personas se manifestaron ante la embajada de EEUU en El Cairo para denunciar la injerencia de Washington en los asuntos internos egipcios. Se oyeron consignas contra los islamistas.
Fuentes de la delegación estadounidense aseguraron que ambos mandatarios trataron «de manera más tangencial», cuestiones como la inseguridad en la región del Sinaí o las perspectivas del conflicto palestino-isarelí.
Cientos de personas se han concentrado estos días ante la embajada de EEUU en El Cairo para protestar por la injerencia de Washington en los asuntos internos y denunciar un supuesto acuerdo entre EEUU y los Hermanos Musulmanes, enemigos históricos.