GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

crónicA | CARGA CONTRA EL «ENCIERRO DE LA VILLAVESA»

La Policía cierra los Sanfermines otra vez a pelotazos contra «gaupaseros»

El orden y la ley vuelven a imperar en Iruñea. La Policía española cerró el paréntesis sanferminero con la cuarta carga consecutiva contra el «encierro de la villavesa», la última andanada festiva delirante que ayer llegó al surrealismo absoluto con la acción policial. Fue, además, a pelotazos pese al acuerdo del Parlamento tras la muerte de Iñigo Cabacas.

p004_f03.jpg

Ramón SOLA

La turista australiana que intentaba llegar a la casa alquilada en Estafeta para los Sanfermines pedía explicaciones una y otra vez. En un castellano balbuceante, insistía: «Pero, si es un encierro, ¿por qué no acaba en la Plaza? ¿Y de verdad les va a pegar la Policía?». Le faltaban solo unos minutos para comprobar que sí, que les iba a pegar. Para entonces ya llegaban ruidos de pelotazos desde la calle San Agustín, la paralela inferior, y luego se extenderían a Estafeta.

Va paso de convertirse en una tradición, pero en realidad es señal de algo peor. Un agente de la Policía española se encargó de explicárselo al mozo con el que se había encarado por reivindicar sus derechos legales: «Yo soy la ley, y la ley dice que tú me obedeces a mí. Así que ¡a casa!».

Como viene pasando desde 2009, el «encierro de la villavesa» acabó en ataque armado. Esta vez con el agravante de que fue a pelotazos y que el pasado 17 de abril el Parlamento de Nafarroa aprobó una iniciativa de Bildu contra el uso de ese material, al hilo de la muerte de Iñigo Cabacas y con el único rechazo de UPN y PP. La Policía española se pasó por el forro esa moción ayer. La Municipal le acompañó en el despliegue, bajo la mirada atenta de su jefe, Simón Santamaría, a pie de calle en la curva de Telefónica. Sin embargo, lo de Cabacas sigue más que vivo en la subconsciente de la ciudadanía: «¡Ojalá mates a tu hijo, anormal!», increpaba un gaupasero a un policía en la Plaza del Castillo, mientras las bocachas seguían escupiendo pelotas. Un mozo más veterano se indignaba por otra razón: «¡Para esto sí hay dinero, no te jode!». Pero también la Iruñea del orden y la ley reaparecía: un hombre que caminaba hacia casa con el pan y ``Diario de Navarra'' bajo el brazo defendía a la Policía: «¿Y qué van a hacer si es una concentración y está prohibida?».

La carga se saldó con cuatro detenidos y varios contusionados por los pelotazos, imposibles de contabilizar dado que los jóvenes se disolvieron rápidamente o se fueron a casa. En Estafeta se inició cuando ante el cordón policial solo quedaban unas decenas de personas, las más animadas; el resto se había ido retirando poco a poco, pero en un primer momento hasta allí habían llegado varios cientos, en un ambiente parrandero total y liderados por el ya mítico «Jotas», que emula a Indurain hace más de una década.

Cuando la Policía les cortó el paso, se inició la pugna verbal, en la que los jóvenes -y no tan jóvenes- recuperaron el cancionero de los 80 habitual en estos casos: ``Mucha policía, poca diversión'', ``Perros guardianes del orden y la ley''... y la melodía de ``Loca academia de policía''.

Fiestón en Santo Domingo

Hasta que los juerguistas se toparon de bruces con el despliegue policial, el encierro había sido otro recital de participación y de imaginación. Y ya suma 27 años. Cerca de un millar de personas, todas de gaupasa salvo un puñado de periodistas y cámaras y algunos barrenderos que se acercaron desde Jarauta, hicieron atronar la cuesta. Como maestro de ceremonia, un mozo vestido de San Fermín y subido a la hornacina ante la que reposa la figura del santo durante cada encierro.

Se cantó, cómo no, el ``A San Fermín pedimos...''. Pero también ``Sigo siendo el rey', ``Buscando en el baúl de los recuerdos'' o ``Mi barba tiene tres pelos''. Una segurata que se asomó desde la ventana del edificio de Educación fue saludada al grito multitudinario de ``Rubia, coqueta, enséñanos las tetas'', y tuvo que explicar por gestos que si lo hacía le despedirían. Un joven compareció en Santo Domingo disfrazado muy a tono con la ocasión: de botella de vino. En las manos de los corredores no había periódico esta vez, sino litronas y katxis.

A las 8.00 en punto, la risión total. Sonó un cohete y apareció el esperado «Jotas» sobre su peculiar «Espada», abriéndose paso entre el tumulto de gaupaseros enfebrecidos. El propio santo se sumó al cortejo entre gritos de ``San Fermín, hijo de puta''. Hasta que llegó la Policía y, ahora sí, se acabó la fiesta.

La excusa de la carga, «recuperar el ritmo normal»... un domingo

El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Iruñea, Ignacio Polo (UPN), justificó el despliegue policial afirmando que era necesario evitar que el grupo llegara hasta la cuesta del Labrit: «A partir de ahí no se puede pasar ya que la ciudad ha recuperado ya su ritmo, está viviendo una jornada normal y hay tráfico», dijo. El argumento resultaba más absurdo aún ayer, porque a las 8.30 de la mañana no había tráfico y menos aún actividad laboral al tratarse de un domingo.

Uno de los participantes, con blusa de peña, intentaba explicárselo a quien quisiera oírlo: «Esto se arreglaba diciéndole al conductor de la villavesa que sube de la Txantrea que tenga un poco de paciencia. ¡Si son veinte minutos nada más!».

Polo presentó a algunos detenidos como peligrosos atacantes, pese a la evidencia de que solo estaban de fiesta. Dijo en concreto que uno de ellos, llegado de Baiona, tenía varias botellas para lanzar en los bolsillos. Los otros arrestados son un natural de Angola residente en Iruñea con las iniciales I.M.A.P; U.C.N., nacido en 1986 en Donostia y vecino de Zizur Nagusia; y A.T.E, residente en Labaien y nacido en 1992. Destacaron que este último fue visto también en el Riau-riau.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo