GARA > Idatzia > Iritzia> De reojo

Raimundo Fitero

Demolición

La noche del domingo se cargó la oferta televisiva con películas de guerra, series de policías, reposiciones de «Aída», vendedores de sartenes y echadores de cartas o visionarios de pacotilla. En todas las opciones de la TDT, hasta en el publirreportaje de Intereconomía, uno encontraba vestigios de la situación política estatal. Si había un asesino en serie, no costaba nada encontrar en la memoria la cara de un ministro o la laca de una diputada pepera. Si aparecían aviones de ataque americanos matando a bulto en montañas desérticas, uno pensaba en los miles de euros que cuesta mantener en Afganistán a unos profesionales de uniforme con rojigualda en el hombro que no saben muy bien qué se les ha perdido por allí.

Así es imposible conciliar el sueño. El mundo polideportivo cosechaba copas, premios, de tal modo que vuelve a imponerse ese nuevo letargo populista auspiciado por algún descerebrado: «Soy español, ¿a qué deporte quieres que te gane?» que nos coloca ante el abismo. Pero despertarse es volver a comprobar que el mundo sigue impasible, que baja la bolsa, que sube la prima de riesgo, que los mercados no se dan por satisfechos con la escabechina de esa banda de maleducados políticos de baja estofa que se reúnen los viernes para planificar atracos a la ciudadanía. La cosa empeora.

Pero la noticia impactante es el anuncio de un ERE en Canal9, la televisión valenciana, que va a afectar a mil doscientas noventa y cinco trabajadores. Son, ahora, mil setecientos, por lo que se quedarán con cuatrocientos para seguir con su política de manipulación y propaganda de los gobiernos valencianos de los últimos años, los más corruptos de Europa. Un corte así es una demolición, pero incontrolada. Es dejarla en mínimos para privatizarla y conceder prebendas, en forma de venta fraudulenta a sus amiguetes. Es un plan trazado de antemano y que va a experimentar en esa televisión tan desprestigiada, pero que seguirá con otras menos gravosas si la operación tiene los réditos que se esperan. Lo que choca y mucho es el número de trabajadores existentes, los que van a eliminar, el desbarajuste que ha sido ese ente y en lo que se va a quedar. Atentos al pajarito.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo