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«El triunfo de Pinot ha ayudado»
Fédrigo dijo que la enfermedad padecida el año pasado fue más dura que correr la ronda gala y que el triunfo tiene un signicado especial.
GARA | DONOSTIA
Pierrick Fédrigo (FDJ) señalaba tras cruzar la línea de meta que «cada victoria en el Tour tiene un significado especial. La primera (2006) porque era mi estreno en la carrera. La segunda (2009) porque llegábamos a Tarbes, prácticamente en mi casa. La tercera (2010) porque fue la etapa más dura de los Pirineos, con los puertos más grandes. Y la de hoy, porque supone volver a ganar después de un año difícil a causa de la enfermedad de Lyme, que me sirvió para darme cuenta de que el Tour es menos duro que lo que padecí el año pasado. En el Tour también hay momentos difíciles, pero no es comparable».
El corredor galo confirmó que tenía un plan perfectamente estudiado para los últimos kilómetros. «Hay que estar concentrado, es lo que hice durante el tramo final. Me he fiado de mi olfato y antes de los cinco últimos kilómetros olí que era el momento adecuado. Vandevelde, un gran rodador, vino conmigo, pero tenía claro que tras pasar bajo la pancarta roja del último kilómetro, no relevaría más. Eso sí, quería mantener cierto ritmo para no lanzar el sprint detenido», describió el ganador de la 15ª etapa.
Por último, Fédrigo se refirió a su excelente palmarés con humildad. «Cada corredor que viene al Tour llega muy motivado. Somos 198 al principio, desgraciadamente hay solo 21 etapas y si se quitan las contrarrelojes y las etapas de alta montaña, no queda gran cosa para los corredores como yo, los peleones. Eso hace que cuando logras ganar, es todavía más formidable. El equipo ya ganó en la primera semana con Pinot, y en una escapada cuando ya tienes una victoria tienes menos presión. La victoria de Thibaut me ha venido muy bien hoy».
Christian Vandevelde (Garmin), por su parte, se lamentaba de que «entramos gente muy experimentada en la escapada y no pude dejar a nadie detrás. Sabía que Fédrigo era mal compañero para jugarme la victoria, porque es muy rápido y esprinta mejor que yo. Siempre he sido lento en las llegadas. Habría preferido que la etapa acabara en una subida pero no fue el caso. De todos modos, estoy contento con mi etapa», declaró el corredor estadounidense.
Otro de los integrantes de la fuga fue el francés Samuel Dumoulin (Cofidis), quien explicaba cómo se había formado el corte definitivo: «Había dicho por la mañana que no pensaba buscar la escapada, porque no creía que iba a llegar al ser una etapa propicia para los sprinters. Pero luego vi que había mucha batalla para buscar la fuga, estuve bien colocado, tenía buenas piernas y seguí el ataque de Thomas Voeckler. De golpe me encontré en un grupo de corredores curtidos que ya sabían lo que era ganar etapas en el Tour. Estaba un poco marcado por ser el hombre más rápido del grupo y además llegué un poco justo a los kilómetros finales. Ha sido muy decepcionante ser el último de la fuga, porque era una buena ocasión para mí. Todavía queda la etapa de Brive, propicia para las escapadas, y volveré a intentar cogerla».
Tejay Van Garderen (BMC) comentaba por último que «viendo el perfil de la etapa, parecía que iba a ser fácil, pero no ha sido así para nada. El recorrido era muy duro, con muchas subidas y bajadas. La carrera no ha acabado todavía y tenemos dos días muy duros en los Pirineos y una contrarreloj larga. Además, creo que los Pirineos van a ser más duros que los Alpes».