La dirección de Talleres Negarra ha aceptado someterse a un arbitraje para zanjar el conflicto que vive la empresa vizcaina, con los trabajadores en huelga indefinida desde el 16 de abril en contra del ERE planteado por la empresa, según informó ayer CCOO de Euskadi en un comunicado.

Tras escuchar a las partes, un árbitro del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) consensuado por ambas partes emitirá un laudo de obligado cumplimiento este próximo viernes a mediodía. Acudir a un arbitraje había sido una propuesta del comité de empresa, después de que el conflicto se «enquistara» por «culpa de la falta de voluntad negociadora de la dirección», explicó el sindicato. Los trabajadores, que llevaban más de tres meses en huelga, llevaron a cabo una marcha andando desde Igorre hasta Gasteiz para mostrar su rechazo al ERE.

CCOO denunció que Negarra, ubicada en Igorre, ha sido «la primera gran empresa de Euskadi en acogerse a la reforma laboral para asestar un tijeretazo a su plantilla de forma fácil y barata». Y es que a finales de marzo presentó un ERE que actualmente contempla 48 despidos. La plantilla está compuesta por 177 personas.

El comité de empresa propone retirar todos los despidos y abrir un plan de salidas voluntarias, acompañado de un ERE de suspensión. De esa forma, según CCOO, «se ponen medidas coyunturales para superar el mal bache que pasa la empresa, sin destruir puestos de trabajo».

Contra el cierre de Formica

Los trabajadores de la empresa Formica se concentraron ayer frente a la sede del Gobierno de Lakua en Bilbo para protestar contra la decisión de la dirección de cerrar la planta de Galdakao. Las jornadas de paro proseguirán mañana con una concentración ante la Diputación de Bizkaia.

Estas dos jornadas de huelga se suman a la desarrollada el pasado día 12 julio en defensa del empleo y las condiciones de trabajo de los empleados de la planta de Galdakao. Además, el comité (LAB, ELA y CCOO) ha convocado otro paro para el día 24 de julio. Los trabajadores argumentan que la planta de Galdakao es «rentable» y cuenta con «carga de trabajo suficiente», por lo que se muestran dispuestos a seguir con las movilizaciones hasta que la empresa retire la propuesta de cierre.