El domingo es de Bon Iver, uno de los artistas más sublimes del folk
Bon Iver es el nombre artístico del grupo musical actual del cantautor Justin Vernon. Un tipo que con dos álbumes ha cautivado a todo aquel que, con un poco de sensibilidad, ha tenido la casual suerte de escucharle en «For emma, forever ago» y «Bon Iver».Pablo CABEZA | BILBO
Una nueva generación de aficionados ha descubierto el folk en los últimos años. No es el folk primerizo de Dylan, tampoco el de Fairport Convention y mucho menos folclore anclado a una tierra, pero posee elementos del pasado reestablecidos con talento y nuevas estéticas sonoras. Propuesta que, de una parte, convence a los veteranos que no se han descolgado de la música y, de otra, a los jóvenes, que ven en Bon Iver a un creador contemporáneo que les descubre sonidos perturbadores desde la calma más quieta.
El nombre, Bon Iver, es un juego de palabras entre "bon hiver" (buen invierno), o una forma incorrectamente escrita de «bon ivre» (Una buena borrachera), aunque Bon prefiere olvidar todo lo que tenga que ver con el hígado, ya que padece mononucleosis
Mientras está en el instituto de Eau Claire, Wisconsin, Vernon funda la banda Mount Vernon y, después, DeYarmond Edison, Tras un periodo de éxito local, el grupo se traslada a Raleigh, Carolina del Norte. Pasado un año, Vernon abandona Winsconsin tras romper la relación con su compañera y con la banda. necesita espacio, un nuevo mundo. Vernon decide aislarse y se traslada al norte de Wisconsin, a una cabaña que su padre tiene en el bosque. Allí pasa tres meses de ermitaño medio asceta en medio de la noche.
Sus canciones
Tras la purga en la cabaña, la compañía de su acústica y las canciones que iba moldeando nace su primer disco «For emma, forever ago». Primero se publica en edición casera. Pero pronto la brutal sinceridad de aquellas melodías llegan a los oídos de una discográfica, de aquí a las tiendas, internet y a los Grammy, donde consigue dos premios.
En 2011 regresa con «Bon Iver», un álbum tan dramático en sus grises como el anterior, pero más peinado. Que nadie se pierda «Holocene» o «Towers», visibles en youtube. Canciones que, en ocasiones, conviene escuchar con el pañuelo al lado por si caen un par de lágrimas.
Singular cantando, héroe envolviendo las notas, no cabe imaginar una tarde mejor de domingo.
«Es difícil mantenerte humilde y ser tú mismo, cuando todos te cuentan que les gusta tu trabajo y teniendo tanta atención sobre uno mismo. Es por eso que sigo yendo a Wisconsin, a sentirme normal y humilde»
Lugar: Palacio Euskalduna. Fecha: Domingo.
Precio: 35, 45 y 50 euros.. Hora: 20.30.
Grupo invitado: Sam Amidon.
Tras la salida de su primer disco, compuesto en la cabaña de su padre, Vernon se llevó unos medios mínimos, todas las entrevistas giraron en torno a esa singular circunstancia. Todos querían saber que había sentido,si había avisto a Dios o si había bajado a los infiernos peldaño a peldaño. Allí, en la soledad del bosque, sólo rota por las visitas de un amigo y su padre que le llevaba comida. Aquellos meses marcaron su forma de componer, su estilo y parte de su carácter inmediato. De hecho, salvo por la mayor riqueza sonora de «Bon Iver», este no dista mucho del debut: melancolía, fragilidad, ternura... y voces dobladas una y otra vez.
Bon Iver en directo se acompaña de dos músicos más Mike Noyce (vocales, guitarra barítono y guitarra) y Sean Carey (batería, vocales, piano y vibráfono), ambos multiinstrumentistas, por lo que los arreglos, disimulados, pero muy presentes en su segundo disco, están garantizados. P.C.