Primera jornada
Pablo Carrera, diploma; Oiana Blanco, sin suerte
A. G.
No hubo medalla, pero sí diploma olímpico. Pablo Carrera obtuvo la sexta plaza en la final de tiro con pistola a 10 metros, después de haber logrado pasar a la final en cuarta plaza en la tanda calificatoria de la mañana.
En una final con resultado harto sorprendente, el tirador bilbaino debió ceder ante el empuje del surcoreano Jin Jongoh, subcampeón en Beijing 2008, que le arrebató el título olímpico al chino Pang Wei, que acabaría cuarto.
Con 688,2 puntos, el tirador surcoreano obtuvo la máxima puntuación, seguido por los sorprendentes Luca Testoni, de Italia (685,8) y el serbio Andrija Zlatic (685,2). Carrera, por su parte, que empató a puntos con Zlatic en la jornada matutina con 585 puntos -por 588 de Jin Jongoh, que también acabó en el liderato-, debió conformarse con una honrosa sexta posición y el consiguiente diploma olímpico con 683,3 puntos.
«Estoy muy contento por el resultado. Hasta el último tiro no puedes saber qué va a pasar, pero el objetivo era entrar en la final. Habrá más oportunidades y espero estar en la final de pistola libre el día 5», dijo tras terminar.
Carrera llegó a situarse en esta en segunda posición, y destacó que el resultado del concurso demostraba que «se ha hecho un buen trabajo de forma adecuada», aunque algunos de sus disparos «no han sido excelentes».
Carrera, que cumplirá 26 años el 2 de agosto, es el más joven de los finalistas. Policía de profesión, decidió dedicarse al tiro después de Atenas 2004, donde María Quintanal consiguió la plata en foso, según confesaba.
El tirador bilbaino, que competirá también en la prueba de pistola libre (50 metros), fue medalla de oro en los Juegos Mediterráneos de Pescara 2009, cuarto en la Copa del Mundo de Múnich 2012 y noveno en la Copa del Mundo de 2011.
Blanco, derrotada por la mejor
La judoka vasca Oiana Blanco -la agencia Efe tituló inicialmente el despacho sobre su eliminación refiriéndose a ella como «la española Oiana Blanco», para corregir 90 minutos después ese calificativo en su versión para la CAV, en la que pasó a ser «la vasca Oiana Blanco», ¿quizá por haber perdido?- vio concluida su participación en los Juegos tras caer ante la número uno del mundo, la japonesa Tomoko Fukumi, en primera ronda en -48 kilos.
La guipuzcoana fue derrotada por ippon. Oiana Blanco aguantó la presión de su rival en los primeros compases, evitando el agarre de la japonesa. Tras un aviso por falta de combatividad, intentó llevar la iniciativa, pero la número uno la tiró y se vio obligada a defenderse agarrando su pierna.
Ya en el punto de oro, la vasca sucumbió ante un ippon por estrangulación de su rival a los 2 minutos y 40 segundos. La que fuera campeona mundial en 2009 y subcampeona en 2010 y 2011 pasaba la ronda. «Era la número uno y es la favorita. Pero he llevado a cabo el planteamiento del combate que habíamos pensado. Me voy con el orgullo de haber hecho las cosas bien, de haber estado fuerte y de que apenas me ha creado peligro».