Sugoi Uriarte se quedó ayer a las puertas de conseguir la medalla de bronce en la categoría de -66 kilos de los Juegos Olímpicos Londres al perder por decisión arbitral el combate definitivo ante el surcoreano Jun-Ho Cho.

Después de los cinco minutos reglamentarios y los tres de la técnica de oro, ambos judocas llegaron empatados a cero puntos en el marcador, por lo que fueron los árbitros quienes decidieron cuál de los dos había hecho más méritos en el combate.

Los tres colegiados levantaron a la vez la bandera blanca, el color del quimono que vestía el participante surcoreano -Sugoi vestía de azul, como se puede apreciar en la imagen- que, de este modo, se proclamó medalla de bronce en la segunda jornada de esta competición.

«Yo estaba seguro de que ganaba el combate, pero se ve que los árbitros no han visto el mismo combate. Ha estado muy igualado, pero yo creo que había dado ese punto de más para que me adjudicaran la victoria. En parte es error mío porque, si dejas que decidan los árbitros, esto puede pasar», declaró Uriarte al terminar el torneo.

A pesar de que el alavés se mantuvo más ofensivo que su rival a lo largo de la contienda, una advertencia de sanción por un falso ataque que realizó a medio minuto del final pudo ser el factor que decantó la balanza hacia el surcoreano.

Antes, a pesar de un inicio de combate titubeante en el que se sentía mareado a causa de un golpe, Uriarte dominó los últimos minutos del tiempo reglamentario y toda la técnica de oro, atacando con acciones de pierna y cadera a su rival, que los esquivaba como podía.

Al final, fue el criterio de los árbitros el que decidió cuál de los dos contrincantes subiría al podio de Londres 2012, dejando al gasteiztarra con el consuelo de haber conseguido un diploma olímpico y llegar hasta semifinales en su primera participación en unos Juegos.

En el camino

Previamente, Uriarte había perdido en semifinales por un yuko ante el húngaro Miklos Ungvari, y con ello la ocasión de disputar la final, y tuvo que afrontar este último combate ante Cho, ganador de la repesca y que finalmente subió al tercer cajón del podio. «El húngaro es uno de los contrincantes más inteligentes que hay. Yo cuando empecé en el circuito internacional me fijé mucho en él porque era mi gran referencia. El combate no ha estado mal. Yo pensaba que el yuko que le han dado era para mí, pero al final no», señaló el judoca gasteiztarra que entrena y reside en Valencia explicando su recorrido de la jornada.

En las rondas anteriores Uriarte, campeón de Europa y subcampeón del mundo en 2010, había arrollado a todos los rivales con mucha seguridad en sí mismo, hasta plantarse en las semifinales con el apoyo de su familia y su novia, la también judoca Laura Gómez, que le seguían desde la grada.

Sobre el tatami, primero se deshizo sin problemas del italiano Francesco Faraldo y el arubeño Jayme Mata, a quienes mantuvo inmovilizados con la espalda clavada en el suelo más de 25 segundos consiguiendo así un ippon y la victoria.

En octavos de final, Uriarte se cruzó con el andorrano Daniel García, a quien venció por un waza-ari y tres yukos, y ante quien ofreció incluso algunas dosis de espectáculo. «Es una pena perder la medalla después de toda la mañana llevando muy bien los combates. El judo a veces es injusto, te gana alguien que es peor que tú, pero al menos lo he dado todo que es lo importante», lamentó Uriarte con ojos llorosos por perder una medalla que quería dedicar a su madre, fallecida el año pasado.