ciclismo Ruta femenino
Marianne Vos logra el oro bailando bajo la lluvia
La corredora holandesa se impuso al sprint a Armitstead y Zabelinskaya.
GARA | LONDRES
Como si de la famosa película «Cantando bajo la lluvia» se tratase, la holandesa Marianne Vos alcanzó la medalla de oro gracias a su brillante baile bajo las tradicionales precipitaciones de la capital de Inglaterra.
Después de cinco subcampeonatos del mundo consecutivos en ruta, Vos (Hertogenbosh, 13 de mayo de 1987) tenía una deuda consigo misma en esta modalidad y se tomó la revancha personal en la meta de The Mall, junto a Buckingham Palace.
A la holandesa únicamente le quedaba el oro olímpico en la modalidad de ruta para completar un palmarés de fantasía, ya que anteriormente había logrado todo tanto en pista, ciclocross e incluso hasta en ruta. En Beijing 2008 tocó el cielo, pero lo hizo en la pista.
La holandesa comenzó a despuntar en 2002, obteniendo triunfos importantes. Así las cosas, ya en 2004 se proclamó campeona mundial júnior de ruta. Aunque, su condición de polivalente le ayudó a compatibilizar dicha especialidad con el ciclocross y la bicicleta de montaña, con los que también alcanzó magníficos resultados.
En 2006 fue campeona universal de ciclocross y de ruta. Sin embargo, a partir de ese momento los mundiales en asfalto se le han resistido y ha vivido una especie de maldición con cinco segundos puestos. Por eso, Londres 2012 lo tenía señalado en rojo para reinar como las grandes y relevar en el palmarés a la británica Nicole Cooke, presente también en esta prueba.
Una carrera muy complicada
La carrera, de 140,3 kilómetros, fue muy dura y peligrosa por momentos debido a la lluvia que cayó de forma casi constante. Aunque la brasileña Clemilda Fernandes Silva se escapó al principio, los primeros kilómetros fueron casi como un paseo.
Tardaron en desatarse las hostilidades. Holanda endureció la situación mediada la prueba con Elien van Dijk, aunque la verdadera batalla comenzó con un ataque de la británica Emma Pooley a falta de 60 kilómetros.
La carrera se lanzó de forma definitiva con un ataque duro de la rusa Olga Zabelinskaya, campeona de su país contrarreloj, al que poco después, a 50 kilómetros de la línea de meta, respondieron Marianne Vos, Elizabeth Armitstead y la estadounidense Shelley Olds.
Aunque el bloque alemán trató de impedir que abrieran demasiado hueco, el poderío del cuarteto, luego trío tras quedarse Olds, resultó incontestable camino de vuelta a Londres desde el circuito de Box Hill.
Bajo una intensa lluvia y con momentos de riesgos, la holandesa, la británica y la rusa se jugaron el triunfo en el sprint. Vos no se iba a consentir a sí misma un nuevo segundo puesto. Su único objetivo era el oro, y lo ganó en un sprint furibundo en el que pudo con Armitstead, en tanto que Zabelinskaya, mucho menos veloz, renunció y se conformó con el bronce.
El pelotón llegó a 27 segundos encabezado por otras tres aspirantes al título, la alemana Teutenberg, la italiana Bronzini y la sueca Emma Johansson.
«No he vivido nada igual», reconocía una exultante Marianne Vos al término de la prueba. «La carrera ha salido como teníamos previsto y el público ha sido increíble», agregaba la holandesa.
«Después de Beijing esto era en lo único que pensé durante cuatro años. Ahora ya ha ocurrido. Es increíble. El oro es mío», declaraba alborozada la ganadora de la prueba, quien acto seguido explicó el tramo final de la carrera: «En el sprint hay mucho de intuición. Es muy duro porque a 500 metros ya ves la meta y piensas que tienes que ir, pero esperas. En esta ocasión salí antes y Armitstead me siguió, pero no pudo superarme». GARA