Patxi Zamora Periodista
Recuerdos selectivos y olvidos interesados
En su memoria, salvajes militares africanistas laureados. Y amnesia para miles de civiles muertos defendiendo su soberanía en el norte de Africa
Los recuerdos selectivos y los olvidos interesados forman parte de la memoria, tanto de la individual como de la colectiva. De alguna manera, todos ellos traicionan el subconsciente y evidencian la filosofía vital de cada cual. Y así pretendo argumentarlo a través de tres ejemplos acerca de quienes, de momento, manejan los hilos de la historia y la manipulan a su antojo. Ejemplos inconexos aunque coincidentes en el tiempo, que pretenden desbrozar las verdaderas intenciones de quienes llevan tantos años maltratando el concepto de democracia:
1-El Gobierno del PP ha concedido, en reciente Consejo de Ministros, la Laureada de San Fernando al Regimiento de Caza- dores de Alcántara, 14 de Caballería, por los «heroicos» hechos del 22 julio a 9 de agosto de 1921, más conocidos como el «Desastre de Annual». La última Laureada Colectiva se otorgó en 1943. El Gobierno condecora y recuerda con nostalgia el militarismo africano del siglo XX, pero olvida que se produjo una masacre de 30.000 muertos por desidia, entre otros, del abuelo de Juan Carlos I, Alfonso XIII. Mariano Rajoy y su Gobierno obvian que de Annual no hay nada que conmemorar ni mucho menos que premiar, pues lo único que hubiera resultado plausible es una petición de disculpas por la matanza y el uso indiscriminado de armas químicas, por parte del ejército espa- ñol, en aquella escabechina.
2-En la cuenca de Iruñea, en Zizur Nagusia, una moción sobre el Polígono de Tiro de las Bardenas dio lugar a que el representante de Bildu, J.A. Saiz, razonara, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea (2 policías por cada 1.000 habitantes, mientras en Navarra mantenemos 7) y, en medio de una crisis como la que padecemos, que la Policía Foral y la Municipal son suficientes para proteger a la Comunidad Navarra, por lo que los demás cuerpos militar-policiales están de sobra en esta tierra. Para reforzar su idea hizo alusión a unas palabras del científico y pensador Einstein: «el Ejército tiene tres grandes valores: imbecilidad, temor y codicia». Paloma Núñez Centano, concejala de UPN, se sintió agraviada, pidió una disculpa y defendió el honor del Ejército y de las FFAA españolas, cuerpos a los que habrían pertenecido algunos de sus familiares, y quiso recordar que la bandera española está manchada de sangre. La airada respuesta, más propia del NODO, de la edil de UPN, permitió al representante de la izquierda soberanista contestarle que, sin faltar el respeto a nadie, efectivamente esa bandera estaba manchada con la sangre de los 3.400 republicanos ejecutados en Navarra tras el golpe franquista. Paloma Núñez había olvidado este «detalle», como su partido y el PSN, quienes tampoco quisieron acordarse del pasado de su marido, Pedro Eza Goyeneche, elegido senador por el Parlamento Navarro con los votos de UPN y los del traidoramente desmemoriado PSN. Eza es un profesional de la política desde hace muchos años: en UPN, como concejal, parlamentario y miembro de la ejecutiva y antes, hasta la muerte del «Caudillo», cuando impartía la FEN, Formación del Espíritu Nacional. El profesorado de FEN no procedía de los cuerpos de funcionarios docentes sino que se seleccionaba a relevantes militantes de la Falange para «asegurar la formación y disciplina» y, por ejemplo, «convertir a las mujeres en excelentes esposas y madres que eduquen a sus hijos en el amor a Dios y a la Falange». Antiguos alumnos sí recuerdan al actual senador de UPN enseñando estos principios del Movimiento Nacional.
3-Mientras en Madrid la Fiscalía Anticorrupción ha abierto diligencias para esclarecer lo sucedido en Bankia, el Fiscal Superior de Navarra, Francisco Javier Muñoz Cuesta, presentó el 26 de junio la Memoria de su Fiscalía sin hacer referencia a caso alguno de posible corrupción en esta Comunidad. Tan solo ha detectado algunos delitos relacionados con internet y por impagos de pensiones en caso de separaciones. Quizás jugar al golf con importantes protagonistas políticos y económicos provoque amnesia, porque no es de recibo que otros casos, reiteradamente denunciados, relacionados con posibles corruptelas, despilfarro de dinero público, tráfico de influencias, etcétera, no provoquen una inmediata investigación de la Fiscalía. En breve se puede dar la paradoja, para vergüenza de esta institución, de que asociaciones o particulares navarros acudan a la Fiscalía Anticorrupción en Madrid ante la parálisis del Fiscal Muñoz en Navarra. Porque los ciudadanos van a seguir recordando y demandando esclarecer las finanzas del Viejo Reyno y, particularmente, la desaparición de facto de la Caja de Ahorros de Navarra. ¿Por qué se está investigando Bankia y no la CAN? ¿Era el estado de salud de la CAN el que decían sus gestores, bajo la tutela de su fundador, el Gobierno de Navarra, en el momento de la fusión con otras entidades y ante su salida a Bolsa? ¿Dónde está el dinero que se ha evaporado? ¿Va a investigar el fiscal el cobro de dietas opacas por parte de los máximos dignatarios de la Comunidad?
En su memoria, salvajes militares africanistas laureados y bandera española y FFAA recordados por la compañera de un falangista, ahora superdemócrata de UPN. Y amnesia para miles de civiles muertos defendiendo su soberanía en el norte de África y para el genocidio franquista. Y, por último, olvido y desidia ante los chanchullos de quienes han puesto a esta sociedad a los pies de sus caballos.
La memoria les traiciona y evidencia los verdaderos intereses que defienden UPN, PP y sus acólitos. Lo que nos demuestra que no han cambiado gran cosa, pues defienden y premian la violencia institucional, controlan el Poder Judicial y no pocos medios de comunicación con el objetivo de seguir manteniendo su estatus en esta sociedad caciquil en la que los beneficios y los recortes son siempre para los mismos. «Llegar a rico me costó lo vuestro» nos dicen, mientras podan la asistencia social y los recursos públicos, sabiendo de antemano que el Código Penal es para los pobres, y el Código de Comercio para los ricos. Así pues, visto lo visto, insumisión y soberanía, desde y para nuestro pueblo, se imponen por sentido común.