Un total de 48 personas -45 rebeldes y tres policías- murieron en diferentes operaciones de seguridad en Afganistán durante el fin de semana, según informaron las autoridades del país.

En las provincias de Nangarhar, Kunduz, Balkh, Ghazni y Helmand las operaciones de las fuerzas afganas y de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF) concluyeron con 17 milicianos muertos y 18 personas detenidas, según la agencia de noticias afgana Pajhwok.

Los cada vez más frecuentes ataques de las milicias talibán afectan cada vez más a las fuerzas autóctonas. Según las estadísticas más recientes, las fuerzas de seguridad afganas han sufrido cinco veces más pérdidas que las de la OTAN en los últimos cuatro meses.

Casi 635 policías y 218 militares, según los ministerios de Interior y de Defensa, murieron entre abril y junio, frente a 165 soldados de la ISAF ,

El aumento del número de ataques en ese período fue del 11% respecto a los mismos meses de 2011, lo que aumenta las dudas sobre la seguridad en el país en pleno proceso de retirada de las tropas extranjeras, que debería culminarse a finales de 2014.