Parece que el vestuario se ha convertido en elemento importante en la complejidad de lenguajes que se emiten a través de las retransmisiones televisivas de los deportes, las gradas vacías de manera constante, los uniformes de representación, las prendas de uso específico para cada especialidad. Es una suerte de guerra de marcas, en donde se incorpora un componente de intención de crear moda, que puede convertirse en una inversión de futuro. Existe una banalización de casi todo, y un equipo abanderado puede tener un medallero ridículo, pero considerarse triunfador si sus prendas son calificadas como las mejor diseñadas.

Van creando un mensaje que escapa de lo meramente deportivo para ser una mezcla de intereses de imagen de país y de economía de escala. Se mantiene una tensión propagandística con las medallas y cada vez que miro aparece un atleta o nadadora china ganando, con lo que la hegemonía del gigante asiático, para usar terminología de garrafa, no solamente se refleja en su poderío económico, sino que se debe visualizar en su capacidad para dejar a varios norteamericanas en una piscina, a distancias hirientes. Además los chinos llevan uno de los vestuarios mejor diseñados, que aúnan eficacia, clasicismo y modernidad. Y si se ponen a fabricar prendas de sus marcas propias, copan el mercado y los mercadillos, aunque según reportaje que veo en una televisión brasileña, se están creando marcas conjuntas con creativos y capital extranjero y chino para vender en el mercado interior. Una locura de cifras. Pero en el vestuario es donde además de las consideraciones de estilo, gusto, colorido, lo que se está perpetuando es el machismo. La diferenciación en ocasiones escandalosa en los desfiles, pero sobre todo, el componente de convertir a ciertas atletas de ciertos deportes en objetos sexis, se hace a base de un vestuario pensado para ello, que probablemente sea muy práctico, pero que en los varones se mantiene con bastante mayor prudencia, y eso que los cuerpos mortales de los muchachos en varias disciplinas es de calendario. Dicen que es para llamar la atención sobre esos deportes. No convence el argumento.