Más del 85% de los rumanos que acudieron ayer a las urnas votaron a favor de la destitución del presidente, Traian Basescu, aunque podrá mantendrá en el poder al no alcanzarse la participación necesaria para validar la consulta, según las primeras encuestas a pie de urna.

A dos horas del cierre de las urnas solo el 44% de los 18 millones de rumanos convocados había votado, muy por debajo del 50% más un voto exigido para que el referéndum sea válido, informó la emisora Realitatea tras la clausura de los colegios electorales.

El propio Basescu manifestó tras el final de la votación que los rumanos han «rechazado el golpe de Estado» de la mayoría de centro izquierda al no haberse alcanzado el número suficiente de votos. El presidente fue suspendido de sus funciones el pasado 6 de julio, acusado de violaciones graves de la Constitución, y sus aliados conservadores habían llamado al boicot para que no se alcanzara la participación necesaria en la polémica consulta.

El referéndum fue vigilado de cerca por la Comisión Europea, que ha criticado duramente la manera en que el Gobierno del primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta, ha procedido para forzar la destitución de Basescu. Bruselas tiene gran influencia sobre la situación de Rumanía al contribuir al préstamo alcanzado entre el país y el FMI, estimado en unos 5.000 millones de euros. Fuentes diplomáticas sospechan que la UE podría haber amenazado a Rumanía con suspender sus derechos de votación en el seno de la UE. Ponta fue cauteloso en una primera reacción al decir que «cualquier político que pueda ignorar la voz de nueve millones de rumanos está alejado de la realidad»

En caso no superarse el umbral mínimo de participación, el presidente podrá permanecer en el poder hasta las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2014. Después de sobrevivir a un referéndum de destitución en 2007, Traian Basescu, antiguo capitán de barco, ha visto como su popularidad se desintegra después de una seria de medidas de austeridad aplicadas en el año 2010.

A fin de movilizar a muchos votantes, las autoridades ampliaron en cuatro horas la apertura de 18.200 centros de votación, hasta las 23:00. Además, colocaron las urnas en hoteles y restaurantes en la costa del Mar Negro, donde cientos de personas, algunos en traje de baño, votaron entre baño y baño.