La baionarra Ophélie Aspord será una de las 25 nadadoras que participen hoy, a partir de las 13.00, en la prueba de diez kilómetros, la única de aguas abiertas que se disputa en los Juegos, y que en el caso de Londres tendrá como escenario un circuito de dos kilómetros -cinco vueltas en total- situado el lago «The Serpentine», en Hyde Park.

Se trata de una prueba que entró en el programa olímpico en los Juegos de Beijing 2008 y que, desde entonces, ha atraído a muchos nadadores de piscina. Es el caso de la catalana Erika Villaecija, décima en los Mundiales de Shanghai y única nadadora que competirá en piscina y aguas libres en Londres. O el del tunecino Oussama Mellouli, campeón olímpico de 1.500 metros en Beijing, que aspira al oro en la prueba masculina de mañana.

Entre las favoritas para hacerse con la victoria, cabe destacar la ausencia de la rusa Larisa Ilchenko, que no podrá defender el título logrado hace cuatro años -curiosamente el campeón masculino, el holandés Maarten Van Der Weijden, tampoco ha sido seleccionado-, por lo que la británica Keri-Anne parece la gran candidata.

Una de las preocupaciones para la cita de hoy ha sido la baja temperatura a la que estará el agua, que oscilará entre los 19 y los 21 grados. Es por ello que los participantes deberán ir bien preparados, con los habituales suplementos energéticos.

Aspord, por ejemplo, nada siempre con tres, para no perder tiempo en los avituallamientos. Cada suplemento tiene su función, hay uno para el principio, otro para el final... y suelen ir colocados en un lugar diferente del cuerpo, para no confundirse.

«Es importante», subraya la joven, que se los bebe mientras nada, aprovechando las respiraciones: «Abro el sobre con los dientes, pero una vez no conseguía abrirlo y tiré tanto que acabé rompiéndome un diente».