Satisfacción por la renuncia a la central de biomasa de Errigoiti
Con satisfacción han recibido los vecinos de Errigoiti y Arrieta la decisión anunciada por la promotora de la planta de biomasa de Malluki de renunciar a su construcción, a la que se han sumado Bildu y PP. Por contra, el alcalde errigoitiarra, del PNV, no parece estar dispuesto a dejar de percibir el dinero que le prometió Bioforest Bost SL por un convenio urbanístico.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Diferentes movimientos que se han dado en los últimos meses en el ámbito institucional y empresarial, a pesar del aval otorgado por el Ejecutivo de Lakua a través de la Autorización Ambiental Integrada al polígono de Malluki, hacían presagiar cambios en el proyecto para construir una planta de biomasa en ese espacio entre Errigoiti y Arrieta. Finalmente, Bioforest Bost SL ha anunciado que desiste en sus planes y que pretende romper el convenio que en abril de 2011 rubricó con el Consistorio errigoitiarra.
En dos ocasiones, en junio y julio pasado, la promotora ha registrado en el Ayuntamiento sendos escritos en los que renuncia «unilateralmente» al convenio, a lo que se niega el alcalde, el jeltzale Iñaki Madariaga, aduciendo que Bioforest Bost SL tiene que hacer frente a sus obligaciones, concretadas en el abono de 100.000 euros una vez que Lakua otorgó el plácet ambiental al polígono.
Madariaga, acostumbrado a los pleitos en los juzgados por distintos motivos, está empeñado en que la firma con sede en Leioa le abone esa cantidad, amenazándole con aplicarle un recargo del 20% si no lo hace y advirtiéndole de que acudirá a los tribunales. Lo cierto es que el controvertido primer edil necesita esa inyección económica para tratar de saldar parte de la deuda de aproximadamente 1,2 millones de euros que lastra a ese pequeño municipio de unos 560 habitantes.
Al margen de las muestras de satisfacción entre los vecinos de Errigoiti y Arrieta, destaca la lectura positiva que efectúa Bildu del anunció de Bioforest Bost SL, que incide en la importancia que ha tenido en esa decisión la movilización social. En junio, precisamente, presentaron una proposición no de norma en las Juntas Generales, que fue aprobada, en la que se instaba a la Diputación a tomar una postura contraria a esa planta de biomasa y solicitaba al equipo de José Luis Bilbao que redactase un plan para regular la construcción de estas infraestructuras y su ubicación, después de que se hayan ido sucediendo anuncios de nuevos emplazamientos.
«La posible construcción de una central de biomasa se tiene que enmarcar dentro de un plan que comprenda a todo el territorio histórico. Primero -precisan- habría que analizar si Bizkaia tiene necesidad de una planta de esas características y si así lo fuera, decantarse por la ubicación que menos impacto ambiental suponga».
«Sería un grave error»
A juicio de la coalición soberanista seguir adelante con el proyecto, como preconiza Madariaga, «sería un grave error» ya que finalmente se materializaría un impacto negativo sobre ese entorno rural. Además, estima que el proyecto de Errigoiti «no tiene argumentos técnicos de peso. La motivación es de carácter especulativa».
Bildu considera que el Gobierno municipal busca mejorar la difícil situación económica que atraviesa el Ayuntamiento con un proyecto que no respondería a las necesidades de la comarca y que además perjudicaría al entorno natural.
Desde las filas del PP, su apoderado Arturo Aldecoa calificó de «victoria de la racionalidad y el sentido común» la intención de la promotora de desistir en su proyecto en el barrio errigoitiarra de Olabarri. «El lugar no solo es absolutamente inadecuado para la instalación de la planta y sus infraestructuras, sino también incompatible con el respeto al medio ambiente de Urdaibai», puntualizó.
El alcalde de Errigoiti reclama a la promotora 100.000 euros como primer pago por el convenio suscrito en abril de 2011. Amenaza con aplicarle un recargo del 20%, y acudir a los tribunales para cobrar y sanear las arcas locales.