GARA > Idatzia > Kirolak> London 2012

ATLETISMO Última jornada

Un ugandés arruina a Kenia

El otro Kiprotich supera a los grandes del maratón y mete a su país en el medallero el último día.

p026_f01_250x140.jpg

Miren SÁENZ

Stephen Kiprotich, un ugandés de 2:07, superó a la elite del maratón en la prueba que cerró el programa atlético. Su victoria concede a Uganda la segunda medalla de oro de su historia -la otra data de 1972 y la consiguió John Akii-Bua en 400 metros vallas- y por tanto el primer oro en maratón, una medalla de muchos quilates por la trascendencia de la distancia y el peso que tiene en África.

Este joven de 23 años, que entrena con Eliud Kipchoge, campeón mundial de 5.000 metros en 2003, reventó todas las apuestas dirigidas a un Kenia-Etiopía que tampoco se produjo en el maratón. El tradicional enfrentamiento se ha quedado para algunas pruebas femeninas porque ni el 5.000, ni el 10.000, hicieron sitio al clásico.

Kiprotich también pasó por encima de ese ranking del año en el que las primeras 28 posiciones están ocupadas por los afamados corredores del altiplano, con registros por debajo de 2:08. La prueba arrancó con 27 grados de temperatura y una humedad del 45 por ciento, excesiva para esos 42,195 kilómetros, y las aceras rebosantes de espectadores como nunca. Es lo que tiene no terminar en el estadio, cabe más gente, es gratis y el ambiente gana mucho.

El exitoso precedente del récord olímpico de la etíope Tiki Gelana, y también de la marcha por el récord mundial de la joven rusa Lashmanova en los 20 kilómetros femeninos, junto a los olímpicos de su compatriota Kirdyapkin en los 50 y del chino Ding Chen en los 20, habían confirmado que el recorrido se prestaba a las pruebas de resistencia. Pero el maratón no tuvo en las marcas su punto fuerte, aunque a cambio se vivió con alternativas y desenlace sorpresa.

Wilson Kipsang Kiprotich -el keniata de igual apellido que el nuevo campeón- y Abel Kirui controlaban los primeros tramos de la carrera, con ese plus de respaldo que otorgan la experiencia y un buen palmarés. Wilson había ganado en abril el otro maratón de Londres, y cinco de las seis carreras que ha completado en una distancia de la que guarda la segunda mejor marca de siempre (2:03.42). Kirui es el doble campeón mundial. El etíope Absero tiene el cuarto mejor tiempo. Entre ellos parecía estar la cosa.

El brasileño Almeida se rebeló en el kilómetro 9 y Wilson Kiprotich se fue a por él. Superado el carioca, a partir del kilómetro 12 el escapado fue él. Pasó el medio maratón en 1:03.15 y aguantó en solitario desde el kilómetro 27, ajeno a los movimientos de sus perseguidores.

Una jugarreta frustrada

Entonces su compatriota Kirui y su tocayo le cazaron. El trío llegó al kilómetro 30 en 1:30.15, hasta que en el 35 la pareja etíope se la quiso jugar al ugandés y les salió mal. Porque Stephen Kiprotich se ajustó al dicho de que la mejor defensa es un buen ataque, y dejó perplejos a sus compañeros de viaje en el 37. A partir de allí miraba para atrás para comprobar que todo estaba en su sitio y encontraba a Kirui, y algo más allá a Kiprotich, convencidos ya de que no podrían defender el primer oro olímpico keniata del malogrado Wanjiru.

Para entonces el ugandés ya había cogido su bandera, rompía la cinta de la meta en The Mall, y mandaba un gran beso al público apostado junto a Buckingham Palace. «El ritmo era muy rápido y sabía que no podía escapar fácilmente de los dos keniatas. Así que decidí acompañarlos. Y luego tuve que acelerar y crear mi espacio», explicó. De los 105 atletas de diversas nacionalidades y desigual calidad que tomaron la salida concluyeron 85. Veinte se retiraron, incluidos los tres etíopes.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo