En la temporada pasada, rojillos como los interiores Cejudo y Lamah jugaron prácticamente toda la temporada porque no tenían relevos claros para su puesto. Este año la plantilla podrá ser peor o mejor, pero José Luis Mendilibar no tendrá problemas de ese tipo. Salvo en la posición de pivote, que es la que más justa ve el de Zaldibar, en el resto contará con múltiples opciones. En cada puesto hay al menos cuatro hombres que se han desempeñado con garantías ahí a lo largo de sus carreras.

Aun en el caso de que terminen saliendo cedidos Annunziata y Rúper -que por ese motivo no se incluyen-, y de que no se consiga traer a otro pivote, los 24 jugadores dan a Mendilibar al menos 44 opciones. Quitando las dos de portería, son 40 posibilidades para diez puestos, cuatro de media.

Defensa: Oier y Echaide multiplican

El lateral derecho es el puesto natural de Marc Bertrán y Damiá, que vienen de hacer buena temporada y tendrán dura pelea. Pero si incluso los dos catalanes fallaran, tanto Echaide como Oier han cubierto esa posición en temporadas anteriores. Por el contrario, si ambos estuvieran muy en forma, Mendilibar bien puede decantarse por Marc Bertrán en la derecha y Damiá en la izquierda, como hizo al final de la pasada Liga. Esta opción cobra fuerza tras las declaraciones del entrenador afirmando que Nano, fichado para ser teóricamente lateral izquierdo titular, presenta ciertos problemas en defensa. Por si acaso, Echaide jugó también en ese lateral zurdo en el Promesas y Oier cumplió igualmente en ese puesto en la era Camacho, aunque ni uno ni otro tengan la soltura atacante de Nano.

Más posibilidades existen aún para cubrir el centro de la zaga, donde el único problema que se adivina es la escasez de centímetros. Con Flaño y Arribas como posibles titulares, competirá otro central natural -Rubén- y un Lolo que el año pasado fue el «hombre 12» de Mendilibar, al que recurrió sobre todo en ese puesto. Y sumen de nuevo a Oier Sanjurjo y Jon Echaide: ambos se ganaron el retorno a Osasuna despuntando en Segunda en esa posición, en Celta y Huesca respectivamente.

Pivotes: lo único justito

Si Mendilibar mantiene su esquema habitual de dos pivotes, tendrá que elegir entre cinco opciones. No son pocas, pero todas tienen sus dudas. Con ventaja parecen partir Raúl Loé, con muy pocos partidos en Primera, y Patxi Puñal, que nada más comenzar la Liga llegará a los 37 años, aunque el año pasado se mostró en plena forma. Lolo siempre es una opción para ese puesto de brega, corte y juego de cabeza, sin complicarse la vida. Timor es otro hombre de confianza de Mendi, si bien lo prefiere para jugar más adelante. Y el multiusos Oier ha sido probado en pretemporada en ese puesto, para el que tiene condiciones por rigor táctico, velocidad y fiabilidad. Con todo, será difícil que no se eche en falta a Nekounam si no llega algún otro jugador con más empaque.

Media punta con «overbooking»

Las preocupaciones se le acaban al entrenador de Zaldibar en la posición anterior, porque en la línea de tres de enganche va a tener que romperse la cabeza para elegir. Algo menos en la derecha, donde Cejudo parece seguro, y más tras su buena pretemporada, pero por si acaso también pueden jugar ahí Sisi, Masoud -cuando entre en forma- y probablemente Roberto Torres, que tiene un guante en su derecha.

En la izquierda, más opciones aún: a las muy sólidas de Armenteros, Lamah y Sisi se les sumaría Nano -podría recuperar la posición habitual de toda su carrera si es que no acaba de convencer como lateral-, Nino -el año pasado jugó muy bien ahí e incluso goleó más que en la punta-, Masoud -Ziganda y Camacho lo emplearon ahí- y Roberto Torres -ubicado en la izquierda en algunas comparecencias en la temporada pasada-.

Y la lucha ya será descarnada para hacerse con el puesto central de esa línea de tres: es la posición natural de Roberto Torres y Timor, pero si Mendi prefiere alguien con más regate podrá recurrir a Sisi y Masoud, si quiere clase dispondrá de Armenteros, y si desea un atacante puro que sepa bajar el balón y guardarlo contará con Nino y Kike Sola.

Ataque: con Llorente, completo

Las salidas de Ibra y Lekic no han dejado a Osasuna sin opciones. Nino no despuntó allí el año pasado porque el potencial aéreo de la plantilla impuso un juego demasiado directo que limitaba las opciones del pequeño almeriense. Pero este año, se supone que con bastante más creación de juego, puede ser otra cosa. Kike Sola vuelve tras una temporada casi en blanco por lesión, sin que se haya olvidado su impresionante sprint de hace dos años, con siete goles salvadores en doce partidos. De Cascante a Valtierra: Manuel Omwu se queda para aportar velocidad y frescura. Y todo ello se completa con un Joseba Llorente que garantiza pelea, experiencia y remate.

En resumen, un plantel más joven, más equilibrado, y en el que lo evidente es que ni un solo jugador tendrá garantizada la titularidad sin sudar mucho en Tajonar.