El campo de regateo de Castro Urdiales se convirtió en una trampa mortal en la décima prueba de la Liga ARC-2. El estado de la mar provocó grandísimas diferencias y fue la embarcación de Trintxerpe la que mejor se manejó, volviendo a sumar una bandera, tras el tropezón del pasado fin de semana en las aguas del Abra.

Las traineras sufrieron de lo lindo para cubrir los habituales tres millas náuticas, 5.556 metros. El campo de regateo no ofrecía facilidad alguna a los remeros, que se las compusieron como pudieron. Cabe destacar que solo los dos primeros bajaron de los 24 minutos y que hubo hasta tres que superaron la barrera de los 27 minutos.

Una vez más, el duelo entre Trintxerpe y Orio B fue lo más destacable. En mala mar, un par de traineras de renta es poca cosa según y si se acierte o no a la hora de acometer los largos.

Trintxerpe terminó de romper su pulso a partir del tercer largo, abriendo una renta que Orio B ya no podía neutralizar. Getxo, tercera clasificada, acabaría a más de un minuto.