Calentando motores
Un momento mejor que otros
La Real visitará a un Barcelona con necesidad de rodaje para su nuevo proyecto y un verano cargado para muchos de sus integrantes.
GARA | DONOSTIA
En los cuatro años en los que Pep Guardiola ha dirigido el Barcelona, apenas cuatro equipos han sido capaces de ganar en sus visitas ligueras al Camp Nou y otros siete se han llevado un punto. Y más de la mitad de esos tropiezos blaugranas se han producido en los inicios de temporada o en las postrimerías de la campaña, con la Liga decidida y el cuadro culé concentrado en otras ambiciones.
Ya tiene algo a lo que aferrarse la Real, que puede encontrarse ante el momento perfecto para convertir un sueño en objetivo. No es el único dato que avala la ilusión donostiarra. Por mucho que Tito Vilanova haya bebido de las mismas fuentes que su predecesor en el cargo y que la plantilla azulgrana apenas haya registrado movimientos, el Camp Nou asistirá al arranque de un nuevo proyecto, con todo lo que ello supone -el propio Guardiola inició su andadura triunfal cayendo en Soria-. Y a todo ello hay que añadirle el precio del éxito. Es decir, un verano con poco descanso, escasos entrenamientos con el equipo y numerosos compromisos internacionales para muchos de los integrantes de la plantilla azulgrana.
Bases para la ilusión, que se notan en Zubieta. Quién sabe si más de dos décadas después de aquel 1-3 con goles de Atkinson y Aldridge, la Real vuelve a traerse un buen botín de la capital catalana. No ocultan su ambición los hombres de Philippe Montanier, aunque tampoco pecan de imprudentes. Una buena imagen y un buen resultado son las palabras que se repiten en el discurso de los txuriurdines, ilusionados ante la posibilidad de un buen inicio de campaña. «Quizá sea un tópico, pero algo de realidad tiene -admite Markel Bergara, respecto a la conveniencia de visitar el Camp Nou en pleno mes de agosto-. Ellos no estarán todavía en su mejor momento físico, muchos internacionales no habrán hecho la mejor pretemporada... Dentro de lo difícil que es jugar allí, y aún sabiendo que seguro que ellos quieren hacerlo bien en su primer partido en su campo, prefiero hacerlo ahora que con la temporada más avanzada».
Claro que esa conjunción astral hay que forzarla. Algo que, no ya las victorias, sino directamente las goleadas que acumula el Barcelona como local en todas las competiciones, no es sencillo. La clave, en opinión de Bergara, pasa por «sentirnos vivos durante todo el partido, que no se nos escape en ningún momento. Para que un buen trabajo defensivo o un gol nuestro dé resultado, tenemos que mantenernos vivos todo el partido». Y hacerlo desde «nuestro fútbol». Porque discutirle al Barcelona en su terreno entra en la categoría de utopía. «Hemos visto muchos partidos y han pasado muchos grandes equipos por allí y nadie ha sido capaz de hacerles la contra a nivel de balón -asume el centrocampista elgoibartarra-. Tiene que ser uno de esos partidos en los que nosotros estemos muy enchufados y muy bien y ellos no tan bien, que nosotros estemos muy cómodos en el campo e intentar que no lo estén ellos. Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo humildemente y a ver si podemos conseguir algo haciendo nuestro fútbol».
La enfermería
Los preparativos del choque, al menos, marchan por buen camino, con la enfermería más tranquila. Xabi Prieto y Carlos Vela se unieron ayer al grupo en el entrenamiento matinal y Antoine Griezmann y Ion Ansotegi hicieron lo propio por la tarde.
Peor lo lleva el Barcelona. Con once jugadores concentrados con sus selecciones -siete de ellos al otro lado del Atlántico, con lo que además tendrán que hacer frente al jet lag-, Vilanova tuvo que unir fuerzas ayer con el filial de Eusebio Sacristán para poder dirigir un entrenamiento en condiciones. Una sesión en la que, además, no participaron Puyol, Dos Santos y Thiago, con diferentes problemas físicos. Aunque la mayoría de los internacionales culés regresa hoy, Vilanova no podrá trabajar con todos sus jugadores hasta mañana.