Udate | Donostiako aste nagusia
La primera estrella para dos chefs de tan solo catorce años
Las jóvenes Paula Sánchez y Uxue Letuzzi se proclamaron ganadoras del I Concurso de Ensalada para jóvenes, una experiencia novedosa que resultó entretenida para público y participantes. Las ocho parejas inscritas derrocharon imaginación para componer un plato con ingredientes tan clásicos como la lechuga, el tomate, la cebolla o el bonito.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
El secreto está en el aliño. Al menos, eso es lo que cabe deducir tras escuchar a quienes tomaron parte en el I Concurso de Ensaladas de Aste Nagusia. Ninguna de las ocho parejas quiso desvelar la poción mágica con la que aspiraba a calarse la txapela.
Un objetivo que consiguieron las jovencísimas Paula Sánchez y Uxue Letuzzi, quienes a sus catorce años lograron la mayor puntuación y se embolsaron los 200 euros del primer premio.
El galardón se completó con sendos pañuelos conmemorativos bordados a mano por María Jesús Lorenzo, la creadora de las banderas que se entregarán en aguas de La Concha el segundo domingo de setiembre.
Había expectación por comprobar el tirón de esta novedad en el programa. Sobre todo después de que el alcalde le diera especial relevancia cuando presentó el programa. Así que a las 11.30, en los soportales de La Bretxa, donde cada día los y las baserritarras venden sus productos, allí estaban las ocho duplas, los integrantes del jurado, algunos espectadores y un nutrido ramillete de periodistas.
Vaya por delante que esta iniciativa no se convertirá en el evento más exitoso de Aste Nagusia, ya que buena parte de sus potenciales participantes -el límite máximo eran 22 años- seguramente estaba en la cama a esas horas. Pero quienes se animaron pasaron un buen rato, que es lo que cuenta.
Así lo destacaron miembros del jurado como la afamada cocinera Elena Arzak: «Es la primera vez que hago de juez en un concurso de ensaladas. Es muy interesante la cantidad de gente que se ha apuntado, y lo jóvenes que son».
Trece chicas y tres chicos
Mayoría de chicas, por cierto. Seis de las parejas eran íntegramente femeninas, por una mixta y otra masculina. La cadena de Supermercados BM ponía la base: lechuga del caserío Lardigain de Aduna, tomates de Etxabe-Goiko (Aizarnazabal), cebolla, bonito, anchoas y palitos de cangrejo. Cada dúo podía traer de casa huevo y patata cocida, aceite, vinagre, sal y la salsa que quisiera.
Algunas, además, se trajeron botillera, al más puro estilo pelotazale. Al otro lado de la valla se daban cita madres que aportaban sus valiosos consejos: «Corta la lechuga más pequeña y el tomate más fino». Viendo el estilo de los participantes no faltaba entre el público quien sentenciaba que «estos no han preparado una ensalada en toda su vida».
Extremo negado entre risas por uno de los participantes, Aitor Jaime, quien revelaba que «de vez cuando enredo en la cocina, algo hay que comer si no está la ama».
El presidente de la Cofradía de Gastronomía y ayer secretario del jurado, Luis Mokoroa, destacaba que es «un plato sencillo para que los jóvenes empiecen a hacer sus pinitos en el mundo de la cocina. Además, supone una defensa de los productos de la tierra y es un empujón a nuestros baserritarras». Preguntado por qué bebida acompaña mejor a este plato, no dudó en aconsejar «medio vaso de txakoli, otro producto de aquí».
Xabier Balerdi, profesor en la Escuela de Cocina de Cebanc, subrayaba la dificultad de imponerse en un concurso en el que todos los ingredientes son prácticamente iguales. «Quien quiera vencer tendrá que darle un toque diferente», indicó. Para Elena Arzak es muy importante «añadir el aliño en el último momento; de lo contrario, la ensalada se cuece».
Un talo para acompañar
El minutero se acercaba inexorablemente al generoso límite de los cuarenta minutos fijados por la organización. Pasaba el mediodía y el aroma de los talos con txistorra de un puesto cercano impregnaba el ambiente. «Ensalada de primero, talo de segundo y un café en cualquier bar», era el plan propuesto por uno de los presentes.
Además de Arzak y Balerdi, formaban parte del jurado el nutricionista Aritz Mokoroa, la profesora de cocina Visi Irizar y Onintza Mokoroa, de la Cofradía de Gastronomía. La presentación se puntuaba sobre un máximo de cinco puntos, la originalidad sobre otro máximo de cinco y el sabor sobre un máximo de diez.
Durante aproximadamente media hora estuvieron primero observando y luego degustando los ocho platos. Con papel y boli iban anotando sus puntuaciones. Terminada la tarea, el secretario procedió a la suma y, sorpresa, se produjo un empate por la segunda posición. Una nueva cata sirvió para deshacer la igualada.
Entre vítores y aplausos del público, el tercer puesto y cien euros de premio fueron para María Maiz y Eva Muro, las más originales a la hora de presentar el plato. La segunda plaza, dotada con 150 euros, recayó en Elías Arruabarrena e Imanol Garmendia, mientras que Paula Sánchez y Uxue Letuzzi se adjudicaron la victoria. Con solo catorce años ya tienen su primera estrella.