El debut liguero de la Real vino a confirmar que la diferencia con el Barcelona es cada vez mayor. Ha encajado cinco goles en tres de las últimas cinco visitas al Camp Nou, cuando desde la temporada 61-62 nunca los había recibido. Además, los tres marcados en quince minutos hicieron recordar al partido ante los azulgranas en el inicio de la temporada 2000-01 con Clemente en el banquillo, en el que recibió seis goles en Anoeta en los primeros 40 minutos.

Por mucho que jugadores y aficionados de todos los equipos aspiren a obtener un resultado positivo en el Camp Nou, es tal la calidad del Barcelona y el nivel que puede dar en su campo que encajar cinco goles es normal. De los 14 jugadores que actuaron ante la Real, solo Tello no es internacional absoluto con España, Argentina o Brasil y el Liverpool estaba dispuesto a pagar nueve millones para ficharlo este mercado de verano e hizo con Estrada lo que quiso.

Lo peor no es que la Real encajara cinco goles, sino que para el inicio del segundo tiempo Vilanova empezó ya a pensar en el Torneo Joan Gamper que disputó ayer contra la Sampdoria para festejar el 20 aniversario de la primera Copa de Europa conseguida ante ese rival en 1992.

Por si fuera poco, el club azulgrana presentó ayer su último fichaje, el ex-jugador de Arsenal Song. No solo mantienen a sus mejores jugadores, sino que además ha gastado 32 millones en dos traspasos de primer nivel mientras el resto, incluido el Real Madrid, tienen que vender.

Ha hecho daño en Donostia la goleada, se ha criticado a Montanier y a los jugadores más defensivos por su alineación y su incapacidad para anular al Barcelona, pero los realistas coincidían tras el partido a la hora de buscar la clave en la facilidad con la que fueron goleados a la efectividad plena que tuvo el rival en sus primeras ocasiones.

«Se ríen del contrario»

Markel era el más explícito tras el partido al señalar que «sabes que en el Camp Nou te van a hacer muchas ocasiones y para obtener un buen resultado debes tener la suerte de que no las metan. Las tres primeras las han metido y esa ha sido la clave porque con el marcador a favor sabemos cómo juegan, no pierden un balón. Es el mejor equipo del mundo y futbolísticamente se ríen del contrario, sea el rival que sea. Sabíamos que era un partido de tránsito».

Añadía que «todos teníamos mucha ilusión porque es un campo bonito y mucha gente nos iba a ver, pero somos conscientes de que era un partido difícil que había que jugar y lo mejor es que ya lo hemos jugado y olvidarlo, porque ahora empieza la verdadera Liga sabiendo cual es el objetivo».

En la misma línea, el goleador realista Chory Castro señalaba que «ellos se ponen por delante, conseguimos el empate y al minuto ya estábamos por detrás en el marcador. Fue un golpe duro porque no nos dio tiempo ni a disfrutar. Con pocas ocasiones te sacan del partido y luego empiezan a manejar la pelota y es muy difícil. Veníamos con mucha ilusión de conseguir algo, pero en el primer tiempo de seis ocasiones metieron cuatro. Hay que corregir las cosas malas y pensar que en el primer partido en casa buscaremos los tres puntos ante un rival que también perdió el sábado».

Sobre su primer gol de blanquiazul comentó que «controlé hacia adelante y normalmente el portero aguanta la jugada y busqué golpear para arriba. Mi último gol contra el Mallorca fue similar. Lástima que no sirvió, solo cuenta en lo personal».

La única esperanza que le queda a la Real es que en las dos últimas temporadas el Barcelona no ha conseguido traducir su superioridad en Anoeta, donde solo ha sumado un punto en las dos últimas visitas al estadio.