Udate
Izagirre anuncia que no firmará un nuevo contrato taurino
«A día de hoy, no se contempla ningún acuerdo con empresa taurina alguna», anunció ayer el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre. Finalizado el convenio con Nuevo Desarrollo Anoeta, el Ayuntamiento tiene las manos libres y aspira a transformar el coso en un pabellón deportivo multiusos. El Partido Popular ya adelanta que batallará por mantener los toros.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
El alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, anunció ayer que el Ayuntamiento «no contempla ningún acuerdo con empresa taurina alguna» para suscribir un nuevo contrato que dé continuidad a la feria que se celebra cada agosto en el coso de Illunbe coincidiendo con la Aste Nagusia.
Una vez concluido el convenio que existía con la empresa Nuevo Desarrollo Anoeta -liderada por la familia Chopera- y finiquitados los abonos de los aficionados a este espectáculo, el equipo de Gobierno estima que «no existe ningún tipo de obligación» al margen del acuerdo suscrito recientemente con el Gipuzkoa Basket para que este club disfrute gratuitamente de la instalación.
Izagirre remarcó que se trata de «una infraestructura pública municipal» y que la opción de su equipo pasa por priorizar su uso deportivo, por lo cual «las mejoras que se hagan estarán enfocadas en ese sentido» y que »podrían ser incompatibles» con la actividad taurina.
El alcalde suscribió «al 100%» la postura de los grupos animalistas que rechazan «la tortura animal como espectáculo público», y negó que a día de hoy las corridas de toros sean «un eje vertebrador» de las fiestas.
La cuenta de resultados
En cuanto al argumento económico, donde radica buena parte del debate en el ámbito local, Juan Karlos Izagirre indicó que «no podemos mantener esa estructura a costa del erario público para siete corridas al año».
El portavoz del PP, Ramón Gómez, aseveró que «el Ayuntamiento no subvenciona nada, no le cuesta nada. El Ayuntamiento cobra un canon. Si el año que viene no hay toros, el coste de Illunbe es el mismo, lo que cuesta dinero es mantener el conjunto del complejo».
Según los datos a los que ha tenido acceso GARA, el mantenimiento de Illunbe -el coso taurino más todo el complejo que lo rodea- cuesta al Ayuntamiento en torno a 400.000 euros anuales. Respecto al canon, la familia Chopera abonaba, según fuentes municipales, 10.000 euros por toda la feria taurina, siete jornadas este año. Quien quiera alquilar la plaza para la celebración de cualquier evento ha de pagar 6.800 euros diarios y el 6% de lo recaudado por entradas si lo ingresado por este concepto supera los 15.000 euros.
Aun manteniendo esta rebaja en el alquiler, el alto coste de cada corrida -por ejemplo, la feria de A Coruña, con tres corridas, ha tenido un presupuesto superior a los 300.000 euros- y la continua bajada en la asistencia de público ponen en duda la viabilidad empresarial de este negocio. Sin embargo, el portavoz del PP subrayó que «puede haber empresas interesadas en venir, ya que se trata de una plaza de primera».
No falta quien, fuera de los micrófonos, apunta que podría haber sectores interesados en mantener activos los toros en Donostia por su valor como símbolo político, asumiendo incluso las posibles pérdidas.
Harina de otro costal es la actividad económica de la que se benefician principalmente bares, restaurantes y establecimientos hoteleros, y que es difícil de cuantificar. Según un informe presentado por la familia Chopera, en 2011 este impacto indirecto ascendió a unos cinco millones de euros.
Desde el PSE, su edil Enrique Ramos defendió el mantenimiento de los toros si hay un empresario dispuesto a correr con los gastos, mientras que por el PNV la concejal Aitziber San Román indicó que «habrá que valorar qué supone de gasto y qué aporta a Donostia», sin entrar en «guerras de banderizos».
El alcalde Izagirre no se atrevió a asegurar que no habrá toros en Donostia en 2013, si bien incidió en su voluntad de priorizar el uso deportivo de Illunbe y de «buscar la posibilidad de hacer eventos de otro tipo que sean fructíferos».
Los cuatro grupos con presencia en el Consistorio donostiarra coincidieron en valorar como «positiva» la recién finalizada Aste Nagusia. Las calles de Donostia han estado repletas de gente, la mayoría de actos ha contado con una importante participación y el sol ha lucido, con la salvedad del chaparrón que obligó a suspender el alarde de txistularis, que se celebrará el 7 de setiembre.
El único «pero» de cierto calibre, el que PSE y PP pusieron al programa de conciertos de Sagües. Ramón Gómez (PP) criticó la «falta de pluralidad» y reclamó la presencia de «diferentes grupos y estilos, más comerciales».
La delegada de Cultura, Nerea Txapartegi, asumió implicitamente estas críticas cuando reveló que desde la organización se buscó algún concierto que respondiese a ese perfil y que incluso estuvo cerca de arribar a Donostia un artista o grupo de talla internacional, pero que finalmente el acuerdo quedó en agua de borrajas a última hora. No obstante, Txapartegi remarcó que el objetivo de este Gobierno ha sido «adecuar Sagües a la realidad de Donostia», después de que en años anteriores fueran «uno o a lo sumo dos» los grupos vascos que actuaban en el escenario más importante.
Por otro lado, el alcalde Juan Karlos Izagirre apuntó que más de 760.000 personas han tomado parte en los diferentes actos y que 15.161 turistas han visitado la oficina de turismo durante las fiestas, más de la mitad procedentes de fuera del Estado español. Siguiendo con las cifras, el número de denuncias ascendió a 472, siendo 76 menos que el año pasado. Lo más grave, alguna agresión con arma blanca, aunque la mayoría fueron pequeños hurtos. Izagirre se felicitó de que no haya habido denuncias por agresiones sexistas. I.I.